¿El secreto de Arozarena? Botas de vaquero

6 de octubre de 2020

Randy Arozarena es uno de los bateadores más calientes en el béisbol. El jardinero de los Rays ha seguido demostrando su talento en la Serie Divisional de la Liga Americana ante los Yankees.

En el Juego 1, el cubano se fue de 4-3, incluyendo su primer jonrón en la postemporada, un tablazo solitario ante Gerrit Cole. El oriundo de La Habana de 25 años añadió un par de sencillos, y la única vez que falló fue con una línea que salió de su bate a 111.7 millas por hora y que decapitó el campocorto venezolano Gleyber Torres. En el Juego 2, Arozarena lo volvió a hacer, empalmando un bambinazo en su primer turno.

Con una capacidad innata de darle bien a la bola gracias a la velocidad de su swing, Arozarena se ha ido de 12-7 en la postemporada, hasta antes del juego del martes. Pero el cubano tiene un secreto... un par de botas de vaquero.

Durante el último entrenamiento previo al inicio de la SDLA, Arozarena salió al terreno del Petco Park con su uniforme puesto y unas botas de negras de vaquero. Las botas le pertenecen al lanzador de los Rays, Brent Honeywell, pero ponerse este tipo de botas ha sido algo que ha hecho Arozarena desde su paso por la liga de México.

“Agarraba [las botas] de mis compañeros en México y me las ponía”, dijo riéndose Arozarena. “Esas botas me daban buena suerte, porque daba jonrones”.

La superstición comenzó en el 2017, cuando el cubano dio 14 cuadrangulares con Navojoa, para liderar la Liga Mexicana del Pacífico. Arozarena dice que cada vez que se robaba las botas de su compañero, daba jonrón. Ese poder parece haberse trasladado a las Mayores.

“Las llamo las botas del poder”, dijo Arozarena con una sonrisa. “Mis compañeros me decían que esas botas me daban buena suerte. Por eso me las puse un par de días antes del juego, y luego di un jonrón en mi primer turno”.

Los Yankees y el resto de la liga tienen que ajustarse a Arozarena. Pero hacer ajustes contra las botas será difícil. Cuando le preguntaron al respecto, el manager de Tampa Bay, Kevin Cash, dijo que no estaba al tanto del artefacto de la buena suerte. Cuando se le comentó que era el secreto de Arozarena, Cash aprobó las botas.

“Ah”, dijo Cash sonriendo. “Espero que las siga utilizando, entonces”.