MINNEAPOLIS – Fue hace un poco más de tres años que la breve estadía de Willi Castro como el campocorto del futuro de los Tigres de Detroit llegó a su fin. El dominicano cubrió las paradas cortas por las primeras dos semanas y media de la temporada del 2021, antes de que los Felinos lo trasladaran a la segunda base – y le pidieran que también jugara un poco en los jardines.

Los Tigres ni siquiera hablaron con él acerca de removerlo de las paradas cortas, afirma Castro, pero en aquel tiempo el jugador entendió la decisión.

“Ese año, las cosas no salieron bien”, declaró Castro. “Creo que ése fue el peor año en defensa y con el madero que he tenido. Fue el peor. Obviamente, ellos tenían que hacer algunos cambios y colocar a alguien que pudiera hacer un mejor trabajo allí”.

Un año y medio más tarde, los Tigres le perdieron la paciencia a Castro y no le ofrecieron contrato. El nacido en Puerto Rico firmó un pacto de ligas menores con los Mellizos y logró hacer el roster del equipo grande en el 2023 – y véanlo ahí, ahora es uno de los bateadores más encendidos y claves de los Mellizos. Dio cuadrangular y triple productor frente al derecho George Kirby, que guiaron la victoria por 6-3 sobre los Marineros el miércoles en el Target Field.

Con ese desempeño, Castro llegó a nueve juegos conectando por lo menos dos imparables en los últimos 16 compromisos, un trecho en el que registra números de .375/.394/.672, para un OPS de 1.066 – y los Mellizos han ganado 14 de 16 partidos.

Castro ha sido una de las bujías ofensivas en el resurgmiento de Minnesota en las últimas tres semanas. Y el dominicano todavía no puede creer lo que está logrando tras haber recibido una segunda oportunidad en su carrera.

“Cuando empezó el año, lo único en que pensaba era en ganarme un puesto”, recordó Castro. “Tuve un gran año el año pasado y este año me gané un lugar en el roster. Me siento bien contento de ser parte de una de las mejores organizaciones del béisbol. … todavia no lo creo.

“Cada día que salto al terreno, es como mi primer día en las Grandes Ligas”.

Castro también se está convirtiendo en un favorito de la fanaticada de Minnesota, y con justa razón.

¿Necesitas ejecutar un squeeze play? Castro lo puede hacer. ¿Necesitas robarte una base? Castro lideró a su equipo con 33 estafadas el año pasado. ¿Necesitas un bateador emergente? Sólo traslada a Castro a cualquier otra posición del terreno para que la maniobra funcione en defensa. ¿Necesitas un turno largo que haga trabajar al lanzador para después conectarle un jonrón? Castro hizo justo eso el miércoles.

“Hombre, el muchacho es una bestia. Parece que puede hacerlo todo”, exclamó Trevor Larnach. “Está por todos lados del terreno —el infield, los jardines. Puede tocar la bola. Puede robarse bases. Está bateando jonrones, dobles, triples. Me refiero a que, ¿cómo no querer a un jugador como él?”