Este ligaminorista logró algo que no se ha visto en las Mayores desde 1986

18 de abril de 2024

Se suele decir que nunca sabes cuándo serás testigo de la historia cuando asistes a un juego de béisbol. Eso fue cierto para el público presente en el Virginia Credit Union Stadium el miércoles por la tarde, aunque el hito pudo haber pasado desapercibido, considerando la explosión ofensiva del equipo local, que terminó pisando el plato en 16 ocasiones.

Phillip Glasser había sido una máquina de bateo en Clase-A Fredericksburg de cara al partido del miércoles, que ganó Fayetteville por 16-7. El prospecto alcanzó un nuevo nivel en este encuentro, al conectar cuatro hits, impulsar cuatro carreras y robarse tres bases – algo que no se ha visto en las Mayores desde el 10 de junio de 1986 (Joe Carter con los Indios de Cleveland).

Glasser empezó su histórica jornada desde el inicio del choque. Conectó un sencillo en el primer episodio, antes de estafarse su primera base. Luego empalmó un doble en el segundo, un rodado productor y un robo en el tercer tramo, y un doble impulsador con otra estafada en el cuarto. La cereza en el pastel fue otro batazo de dos bases con el que empujó dos rayitas en el octavo capítulo. Terminó elevando su promedio de bateo a .441 en sus primeros ocho encuentros del año.

Aunque lo hecho por Glasser no contó con la etiqueta oficial de “histórico”, logró algo que sólo tres ligaminoristas (incluyendo al dominicano de los Piratas, Oneil Cruz) han conseguido desde el 2005. En el plano general, sólo seis jugadores de Grandes ligas han tenido una jornada de al menos cuatro hits, cuatro impulsadas y tres bases robadas desde 1901: Carter; Bob Dillinger (1948), Lew Fonseca (1929), Howard Freigau (1924), Larry Gardner (1911) y Wid Conroy (1901).

Tras ser seleccionado en la décima vuelta del Draft amateur del 2023 por los Nacionales, Glasser necesitó de apenas 26 partidos como profesional para ingresar a tan exclusivo club.