PEORIA, Arizona, EE.UU. — A pesar de un raro debut de pretemporada, Félix Hernández parece satisfecho.

El venezolano de los Marineros de Seattle, quien intenta recuperar su estatus como uno de los mejores de Grandes Ligas, permitió cuatro carreras y salió el sábado después de retirar apenas un inning y un tercio ante los Padres de San Diego.

Hernández admitió cuatro hits, pero solo uno de ellos fue un batazo sólido. No dio base por bolas, aunque golpeó a un bateador, y solo 23 de sus 42 lanzamientos fueron en zona de strike.

“Lo más importante es que mi brazo y mi cuerpo se sintieron bien”, dijo Hernández. “Los pitcheos se movían, la curva estuvo bastante bien”.

Hernández, quien cumple 33 años el próximo mes, está por iniciar su 15ta temporada con Seattle — y el último año de su contrato por siete campañas y 175 millones de dólares. Los Marineros tienen una opción para 2020.

Lejos de lucir como el astro de la rotación de los Marineros, el “Rey Félix” viene del peor año de su carrera, con efectividad de 5.55 en 155 innings y dos tercios, además de que salió de la rotación por primera vez en su carrera.

Hernández se perdió casi la mitad de 2017 debido a las lesiones y desde entonces ha tenido problemas para recuperar el nivel que lo llevó a ganar el premio Cy Young y a ser invitado seis veces al Juego de Estrellas. Tiene marca de 168-128 con 3.34 de carreras limpias en 403 aperturas en su carrera.

Reconociendo el paso del tiempo, Hernández realizó un cambio para trabajar exclusivamente de costado, una decisión que tomó antes del inicio de la pretemporada. No ha descartado volver a trabajar de frente, pero hasta el momento está satisfecho con los resultados.

“Me siento bien de costado. Siento que voy directo al plato”, comentó Hernández. “No hago tanto movimiento. De frente, tengo que hacer muchas cosas”.

Solo porque Hernández está cerca de concluir su contrato — y posiblemente su permanencia con el único equipo con el que ha estado — no significa que haya cambiado su mentalidad.

“No hay diferencia”, declaró. “Debo hacer el trabajo si quiero seguir jugando”.