Final de la SC: Se hará historia hoy, sí o sí

3 de febrero de 2022

Pase lo que pase en la final de la Serie del Caribe 2022 entre los Caimanes de Barranquilla (Colombia) y los Gigantes del Cibao (República Dominicana) este jueves por la noche en el Estadio Quisqueya Juan Marichal de Santo Domingo, la representación colombiana en el Clásico Caribeña hará historia, de una manera u otra.

Si ganan los Caimanes, se convertirán en el primer equipo de Colombia en ganar una Serie del Caribe. Y si triunfan los Gigantes, su dirigente Luis “Pipe” Urueta será el primer piloto colombiano en alzarse el trofeo de campeón en dicho torneo.

Sin embargo, Urueta no quiere hablar mucho de ese tema, sino de completar el trabajo de llevar a sus favoritos Gigantes al título, que sería el tercer campeonato consecutivo para la República Dominicana en el Clásico Caribeño.

“Es un partido más”, dijo Urueta, quien fue capataz de la selección de Colombia en el Clásico Mundial de Béisbol 2017, una escuadra que por poco derrota en Miami al “trabuco” dominicano en uno de los encuentros más emocionantes en la historia de ese evento. “Deberíamos pasar la página. Colombia es un rival como cualquier otro”.

De hecho, Colombia no es un contrario “como cualquier otro”, sino también un equipo que busca cumplir un sueño como especie de Cenicientas en este certamen. Todo seguidor de béisbol en el país sudamericano recuerda cómo las representaciones colombianas (Vaqueros de Montería y luego los mismos Caimanes) perdieron cada uno de sus primeros 10 choques de la Serie del Caribe entre San Juan 2020 y Mazatlán 2021. Pero ahora, la edición del 2021 de Barranquilla terminó la ronda regular de Santo Domingo con marca de 3-2 y el miércoles, apabulló a los Navegantes del Magallanes (Venezuela) para llegar de manera inesperada a la primera final del Clásico Caribeño para su país.

“Había bastante peso en nuestros hombros”, dijo el dirigente de los Caimanes, José Mosquera, quien fue nombrado Mejor Manager del torneo el miércoles. “Diez derrotas en las primeras dos Series del Caribe fue algo duro, pero creo que con la labor que venimos haciendo aquí, eso queda atrás.

“Aprendimos. Tenemos más experiencia, más tranquilidad”.

Con 24 carreras anotadas en seis partidos en Santo Domingo, la ofensiva de Colombia ha sido un pilar del equipo. Pero Mosquera insiste en que la clave para los Caimanes, que cometieron nueve errores que resultaron en seis carreras inmerecidas para sus lanzadores en la ronda clasificatoria, los brazos y los guantes siguen siendo la clave de la victoria.

“Lo de nosotros es pitcheo y defensa”, dijo Mosquera. “Queríamos llegar a la final. Y aquí estamos”.

Para la gran final del jueves, Mosquera acudirá al derecho Elkin Alcalá, quien el sábado frente a los Astronautas de Los Santos (Panamá) permitió cuatro hits y una sola carrera al salir sin decisión en una eventual victoria de los colombianos.

Lo que no harán los Gigantes—y mucho menos Urueta, una de las figuras más relevantes del béisbol de su país en los últimos años—es tomar a la ligera este enfrentamiento con Colombia, una nación con más tradición futbolera pero que viene creciendo en el diamante en la última década.

“Ha sido uno de los equipos más consistentes del torneo”, dijo Urueta acerca de los Caimanes. “Para nosotros y para el grupo de jugadores, Colombia es un buen merecedor de estar en la final, un rival digno de nuestro respeto. Saldremos a competir como lo hubiésemos hecho contra Venezuela o cualquiera de los otros cuatro países”.

Con nombres conocidos y de bastante pedigrí en su orden al bate, Urueta ha visto a su escuadra superar a la oposición con marcador global de 26-18 en sus primeros seis juegos del certamen. Sin embargo, sus pupilos han bateado de apenas 30-7 en sus últimos tres choques, todos decididos por la diferencia mínima. Y el miércoles en su victoria sobre los Charros de Jalisco (México) en la segunda semifinal marcada por la joya monticular de su abridor Tyler Alexander, dejaron a ocho corredores en circulación.

Tal como afirmó el martes, Urueta indicó el miércoles que no vienen muchos cambios en la alineación para el partido de hoy.

“Tienes que mantenerte con el orden, el núcleo de jugadores que han estado jugando”, dijo el coach de muchos años con los Diamondbacks de Arizona, quien el jueves se irá en la lomita con el zurdo cubano Raúl Valdés (5.2 IL, 4 H, 1 CL, lanzador ganador el sábado vs. Criollos de Puerto Rico). “Si llegaron hasta una final, es por algo. No es un torneo fácil. No es fácil hacer lo que Colombia hizo y lo que nosotros hicimos”.

Lo que tratarán de hacer ahora los Gigantes es asegurar una tercera corona seguida para la República Dominicana por primera vez desde el período 1997-99, cuando las Águilas Cibaeños conquistaron las primeras dos y luego les siguieron los Tigres del Licey. Para los Gigantes, sería el primer campeonato del club y el número 22 para la República Dominicana, el país más ganador en Clásicos Caribeños.

Para los Caimanes, la historia es totalmente diferente. Participando en apenas la tercera Serie del Caribe de Colombia, la tropa de Mosquera pretende ser pionera en torneo a triunfos del país en este evento.

“Nosotros somos un equipo que es bastante intenso y eso es algo que nos caracteriza”, expresó Mosquera. “Todo empieza por creer y ése ha sido nuestro lema en los últimos torneos. De ahí parte todo”.