PORT ST. LUCIE, Florida – El viernes, por primera vez en seis meses, el venezolano Francisco Álvarez se puso sus aperos de cátcher y se puso en cuclillas detrás del plato.

Álvarez no había hecho de receptor en un juego oficial desde septiembre pasado, luego de completar su rehabilitación de una lesión en el tobillo derecho. Antes de hacer su debut en Grandes Ligas más adelante ese mes, el mejor prospecto de los Mets, de acuerdo con MLB Pipeline, se encontró cumpliendo labores de bateador designado.

Luego de terminada la temporada, Álvarez se sometió a una cirugía en el tobillo, que hizo que el club limitara su acción en estos entrenamientos. Dado que lleva varias semanas entrenándose en los campos traseros del complejo del club, el venezolano no escondió su entusiasmo por poder volver como receptor en un partido real.

“Cuando estaba en la caja, no podía concentrarme en batear, por lo emocionado que estaba de poder estar ahí afuera”.

Álvarez añadió que disfruta el control que tiene del juego cuando está en la receptoría. Durante los últimos tres innings de la derrota de su equipo por 11-6 ante los Nacionales, el joven hizo lo mejor que pudo para demostrarlo.

“Sus [entusiasmo] no tiene límites”, dijo el manager de Nueva York, Buck Showalter.

Los directivos de los Mets señalaron que el aspecto más importante de crecimiento para Álvarez es su "cuadre" de los pitcheos como receptor. Con eso, el venezolano reconoce estar siguiendo el trabajo de veteranos como el de su compatriota Omar Narváez y el puertorriqueño Tomás Nido, dos de los mejores en ese departamento.

Con Narváez partiendo hacia el World Baseball Classic el lunes, Álvarez recibirá más oportunidades.

“Hay muchas fases para ser un buen receptor”, comentó Showalter. “Ha mejorado mucho. La primera parte es reconocer lo importante que es”.