MIAMI, Florida -- Con un campeonato y un subcampeonato en las pasadas dos ediciones del Clásico Mundial de Béisbol, Estados Unidos demostró que con un compromiso de gran parte de sus estelares jugadores el futuro luce prometedor y deben haber más finales en el horizonte.

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Después de que en las primeras tres ediciones "Team USA" no pudo adelantar más allá de las semifinales, el conseguirlo dos veces consecutivamente muestra lo que pueden hacer con su mejor talento, aunque obviamente hubiesen preferido en esta ocasión estar del otro lado como campeón luego de la apretada derrota del martes por 3-2 ante Japón.

"Esperaba que terminara un poco diferente con Mike (Trout) sacándola, pero el mundo del béisbol ganó esta noche. Aunque esos muchachos están decepcionados allí (en el camerino), no podría estar más orgulloso de ellos por la forma en que se unieron como equipo", indicó el manager Mark DeRosa durante la conferencia de prensa post-juego. "Desde que nos reunimos hace dos semanas y media, todas las cosas que sucedieron en el camino, juegos difíciles, juegos fáciles, sea lo que sea, realmente comenzaron a unirse y disfrutar de estar juntos a los demás".

"Pero, si fueras a escribir un guión, esperaba que fuera de nuestro lado con Mikey disparando uno contra Ohtani", añadió. "Quiero decir al mundo del béisbol, esto es real, el Clásico Mundial de Béisbol es real. Todo el mundo vio venir a Ohtani en un gran momento a batallar. Es más o menos cómo estaba escrito. Solo desearía que el final hubiera sido diferente".

DeRosa destacó el espíritu luchador del equipo, pero tuvo una mención muy especial para el cuerpo monticular que sufrió bajas a último momento de varias figuras por lesiones, entre otras razones, y era considerado su talón de Aquiles entrando al torneo.

"Esos 30 muchachos, especialmente los lanzadores, lo dije anteriormente, que todos querían estar en ese camerino. No tuvimos que persuadir a nadie. Se acercaron a nosotros. Si vas a ir a la batalla, quieres muchachos que quieran estar ahí", explicó. "Así que estoy orgulloso de cada uno de ellos".

"Lanzamos bien la pelota (contra Japón), simplemente no conseguimos el imparable clave, no bateamos muy bien esta noche. Hay que darle crédito a ellos. Estaban trayendo algunos lanzadores difíciles", apuntó.

Trea Turner, quien tuvo un Clásico Mundial de ensueño al batear .391 con cinco jonrones y 11 carreras impulsadas, dijo que el jugar en el Clásico Mundial fue muy divertido y que espera repetir la experiencia en tres años.

"Fue grandioso y divertido. Definitivamente lo haré de nuevo. Sé que se ha hablado de que a algunos les gusta y otros lo odian, pero como jugador nos encantó", dijo Turner, quien pegó un jonrón solitario para la primera carrera de EE.UU. "Creo que son más los equipos que se oponen que los jugadores aunque hay algunos jugadores que no les interesa. Diría que el 90 a 95 por ciento de los jugadores les gustaría jugar, aunque es fácil decirlo, pero es otra cosa el prepararse y estar listo para lanzar en el caso de los lanzadores".

Al hablar de los pasados días en Miami, Turner dijo que fue un honor vestir el uniforme de las Barras y Estrellas.

"Este torneo es único con tantos jugadores representando a sus países y los fanáticos viniendo al estadio con toda su energía. Fue divertido y lo disfruté. Fue chévere jugar junto a estos compañeros", sostuvo.

Trout, quien se ponchó para el último out del encuentro frente a su compañero de los Angelinos, Shohei Ohtani, ya se apuntó para la próxima edición del torneo.

"Ya les dije que estoy jugando en el próximo. Ya estoy apuntado", dijo en la transmisión de FS1 el martes previo al encuentro. "Si soy BH (bateador designado), jugando en el jardín izquierdo, lo que quieran, cuenten conmigo. Y creo que eso viene de todos los muchachos. Hablando con ellos, cuán orgullosos estamos de llevar eso (USA) en el pecho, y solo venir aquí en la novena entrada y escuchar los cánticos de 'USA, USA', es especial".

Luego del revés ante Japón, Trout indicó que Ohtani le ganó la partida.

"Se llevó el primer asalto", dijo Trout al insinuar que ya está pensando en la revancha para el 2026.