WEST PALM BEACH, Florida -- En su última presentación de la Liga de la Toronja, el derecho de los Astros, Luis García, sabía que estaba lanzando un buen quinto episodio contra los Nacionales. Pero el venezolano no se dio cuenta de lo excelente que fue el capítulo hasta que estaba sentado en la cueva.

“Simplemente estaba tirando”, dijo García. “Sentado en el dugout, esperando para el siguiente inning pensé: ‘Dios mío, creo que lancé un inning perfecto’. Y así fue”.

Después de conceder cinco carreras merecidas y seis imparables contra el conjunto capitalino en su primera salida de pretemporada cinco días antes, García dio un giro contra el mismo rival al conseguir una entrada inmaculada en la victoria de los Astros.

El inning inmaculado es cuando un serpentinero consigue los tres outs por la vía del ponches en nueve pitcheos, todos strikes. García, quien está en la competencia por un puesto en la rotación del club de Houston, abanicó a Alex Ávila, a Carter Kieboom y al dominicano Víctor Robles sin tirar bola mala alguna. Luego otorgó un pasaporte contra Trea Turner en la sexta entrada.

Al final, García colgó cuatro argollas, ponchó a cinco, permitió dos hits y otorgó dos bases por bolas.

Una entrada inmaculada es una hazaña tan rara que se ha visto en apenas 102 ocasiones en la historia del béisbol en la temporada regular, con Will Harris -- ahora con los Nacionales -- como el último miembro de los Astros en lograrlo (27 de septiembre del 2019). Harris fue el primer lanzador de Houston en conseguirlo desde Brandon Backe el 14 de abril del 2004.

Otros en la franquicia de Houston (Astros/Colt .45’s) que alcanzaron la hazaña fueron Shane Reynolds (15 de julio de 1999), Randy Johnson (2 de septiembre de 1998), Mike Magnante (22 de agosto, de1987), Pete Harnisch (6 de septiembre de 1991) y Bob Bruce (14 de abril, 1964).

García, calificado por MLB Pipeline como el prospecto No. 6 en la organización, fue uno de 10 serpentineros de los Astros que debutaron en las Grandes Ligas el año pasado. Registró efectividad de 2.92 en cinco partidos de campaña regular y fue abridor para un encuentro de postemporada.