Germán Márquez se ha convertido en una carta de triunfo para los Rockies

24 de septiembre de 2018

PHOENIX - Los Rockies de Colorado están en plena pelea por su segunda clasificación para los playoffs en forma consecutiva, llegando al lunes a 1.5 juego tanto de la cima del Oeste de la Liga Nacional como del segundo Comodín de dicho circuito.
Una carta de triunfo para el equipo de Denver ha sido el derecho venezolano Germán Márquez, quien desde finales de julio ha sido uno de los mejores lanzadores del Viejo Circuito, tanto en el Coors Field de Colorado como en la ruta.
Con 11 salidas de calidad (al menos 6.0 entradas lanzadas y tres carreras o menos permitidas) en forma consecutiva, Márquez ha dejado huella en los Rockies, tanto en la contienda de la presente campaña como en la historia de la franquicia.
"Creo que la clave de ese éxito que he tenido ha sido la preparación, prepararme día a día", dijo Márquez, de 23 años de edad. "Ese enfoque y determinación han sido parte de mi éxito".

Enfoque y determinación fueron cruciales para Márquez en su apertura más reciente, en el Chase Field de Phoenix contra los Diamondbacks el viernes pasado. Iniciando el juego por un equipo de Colorado que venía de una dolorosa barrida sufrida a manos de los Dodgers, el oriundo de Bolívar permitió un doble de y un cuadrangular de dos carreras de su compatriota para caer abajo 2-0 en la misma primera entrada. Sin embargo, de ahí en adelante Márquez silenció por completo a Arizona, terminando su labor con 7.0 entradas de seis hits, dos carreras, 11 ponches y sin base por bolas alguna.
De esa manera, el diestro puso su marca para el 2018 en 13-10, con efectividad de 3.91 en un total de 31 aperturas. En su trecho de 11 salidas de calidad seguidas, lleva promedio de carreras limpias de 2.36.
De paso, los 11 ponches del viernes convirtieron a Márquez en apenas el tercer lanzador de los Rockies en pasar de los 200 abanicados (210 ahora mismo), junto a los dominicanos Pedro Julio Astacio (210 en 1999) y Ubaldo Jiménez (214 en el 2010). Además, Márquez es ahora el sexto serpentinero venezolano en tener al menos una campaña de 200 ponches o más a nivel de Grandes Ligas, uniéndose a Félix Hernández, Johan Santana, , Carlos Zambrano y Aníbal Sánchez.

"Nuestros pronósticos para Germán eran bien ambiciosos", dijo el manager de los Rockies, Bud Black. "Pensábamos que si hacía 33 aperturas, iba a llegar a los 200 ponches. Es así de bueno y tiene esa clase de material. Tiene buena velocidad con buenos pitcheos secundarios y puede provocar los swings en blanco".
EL SLIDER, ARMA CLAVE AHORA MISMO
En los entrenamientos del 2017, los Rockies pensaron que la combinación de recta y curva-lo principal de Márquez en ese entonces-no iba a ser suficiente para que el venezolano tuviera un éxito sostenido a nivel de Grandes Ligas, y mucho menos en la altura de Denver, donde el agarre de la curva y la rotación de la bola siempre son un reto.
Con eso en mente, Márquez, junto al coach de pitcheo Steve Foster, desarrolló poco a poco el slider. En el 2017, el joven usó dicho pitcheo el 4.1% del tiempo, tirando la recta el 65.5%. Este año, la bola rápida ha salido de su mano el 55.3% del tiempo, con el slider utilizado el 15.9% de las veces. En ese trecho, la curva se ha mantenido entre el 22% y el 25%.
"He mejorado mucho el slider, ya que lo he podido utilizar cuando estoy abajo en el conteo", expresó Márquez. "Y el comando de mi recta ha sido grandioso, así que eso también ha sido parte de ese buen éxito".

Black ha visto los resultados de cerca.
"Sentíamos que le convendría agregar un pitcheo rompiente de movimiento más corto y brusco, que él pudiera comandar un poco mejor con el tiempo", dijo el piloto al referirse al slider. "Se ha convertido en un pitcheo con el que (Márquez) tiene mucha confianza y del cual se ha dependido bastante. Es un lanzamiento devastador para un bateador derecho".
CÓMODO EN EL COORS FIELD TAMBIÉN
Aunque sus números globales en la ruta se ven mejores que los de la casa en el 2018, este buen momento de Márquez en la segunda mitad de la temporada ha incluido suma calidad en el Coors Field, un paraíso para los bateadores por el amplio espacio en los canales y la elevación de la Montañas Rocosas que facilita la distancia de los batazos elevados. Además, Jiménez, durante su gran temporada con Colorado en el 2010, describió agarrar una bola en el Coors Field como tirar "una bola de hielo".
Sin embargo, Márquez lleva 3-1 con efectividad de 2.23 en sus últimas seis aperturas en Denver-todas de calidad-con 57 ponches y apenas nueve boletos otorgados.

"Créeme que siempre salgo a hacer mi trabajo y dar lo mejor de mí, y (el Coors Field) es otro estadio", comentó Márquez al respecto. "Es la misma pelota; a hacer el trabajo, localizar. Vale eso en Denver, la localización, por la altura. Pero no me meto eso en la cabeza, sino que hay que salir a hacer el trabajo, sin mirar para atrás.
"Se siente un poco resecado, pero hay que (lidiar) con todo lo que venga de frente. Hay que ser inteligente. Sí se siente un poco diferente, pero igualito hay que seguir haciendo el trabajo".
En eso mismo ha cumplido Márquez a carta cabal en agosto y septiembre. Con conocimiento del pasado y de tener su nombre en los libros de historia de los Rockies, el derecho ahora quiere ser parte de un futuro cercano de Colorado en los playoffs.
"Estoy consciente de esos grandes pitchers que en realidad tuvieron buenas temporadas", dijo Márquez al referirse a Astacio y Jiménez. "Siento que todo ese trabajo que he hecho ha rendido frutos y esperemos seguir dando más, tanto en los retos personales como para ayudar al equipo.
"A dar lo mejor de mí, para que el equipo tenga chance de llegar lo más lejos posible".