PHOENIX – Son pocos lanzadores que promedian 99.0 millas por hora con un sínker. Pero a sus 23 años, Brusdar Graterol se encuentra en la élite de los relevistas de Grandes Ligas en cuanto a velocidad se refiere—de hecho, en el percentil 100 en ese sentido.

En el mes de septiembre, el derecho venezolano ha vuelto a demostrar su valor en los Dodgers, permitiendo una sola carrera en nueve presentaciones y 9.1 entradas (efectividad de 1.93), con siete ponches y dos bases por bolas.

“Ha sido bien divertido de ver”, dijo el manager de los Dodgers, Dave Roberts al respecto.

Efectivamente, ésa es la versión de Graterol que quería ver Roberts y la gerencia de Los Ángeles cuando decidieron enviarlo a liga menor en junio tras una estadía en la lista de lesionados por rigidez en el antebrazo derecho.

En ese momento, Graterol había lanzado apenas 2.1 innings de temporada regular tras un invierno complicado que incluyó una lucha con el COVID-19 y, más adelante, muy poca actividad en la Liga del Cactus. Pero después de una fructífera estadía con Triple-A Oklahoma City, el diestro lleva promedio de carreras limpias de 2.61 con FIP de .368, 26 ponches y nueve bases por bolas en 31.0 capítulos tras su regreso al equipo grande en julio. No son números espectaculares, sino sólidos. Y se perfilan para ameritarle a Graterol un papel relevante en el bullpen de los Dodgers en este momento tan crucial del año—y quizás en octubre.

“Me he sentido bastante bien, gracias a Dios”, dijo Graterol, quien aparte del sínker—que tira el 67.7% de las veces—ha tratado de comandar un slider (sobre todo contra bateadores zurdos) y una recta de cuatro costuras. “Estamos trabajando en mantenernos así, seguir esa rutina que estamos haciendo”.

Aparte de la recuperación del COVID y el acondicionamiento físico en sentido general, los Dodgers han tratado de afinar la entrega al plato de Graterol, quien fue parte clave del campeonato del año pasado de Los Ángeles, sobre todo en la ronda divisional y la Serie Mundial. Ahora, Graterol exhibe un movimiento más deliberado y controlado en el montículo.

Roberts les da mucho crédito al coach de pithceo Mark Prior y otros instructores del equipo. Pero le guarda los mayores elogios a Graterol.

“Lo más importante es el mismo Brusdar”, comentó el piloto, quien cuenta con un relevo intermedio bien profundo que incluye nombres como Blake Treinen, Joe Kelly y Corey Knebel . “Creo que el año pasado, llegó al gran escenario bien rápido y agarró desprevenidos con su velocidad a los bateadores contrarios. Pero creo que este año, estando entre (liga menor y Grandes Ligas), limpiando las fallas en su entrega al plato, entendió lo que significa de verdad la ejecución a nivel de Grandes Ligas. Creo que se ha beneficiado de eso”.

Canjeado de los Mellizos a los Dodgers en el cambio que envió a Kenta Maeda de Los Ángeles a Minnesota al principio del año pasado, Graterol ha gozado el éxito colectivo del equipo azul desde el 2020. Ahora, con los Dodgers en plena lucha con los Gigantes por el título del Oeste de la Liga Nacional, el derecho anhela lanzar en octubre con más público presente.

“Estuvo muy bien, tuvimos una muy buena experiencia y como ganamos la Serie Mundial, muy contento también”, dijo el oriundo de Calabozo. “Ahora ésa es la otra meta, seguir adelante, trabajar duro y regresar a la Serie Mundial.

“Estamos saludables, gracias a Dios, 100% recuperados. Vamos a salir de todo esto bien y vamos a quedar campeones”.

Durante el fin de semana, se vio a Graterol jugueteando con un balón de fútbol en el terreno del Chase Field de Arizona, en medio de la serie entre los Dodgers y los Diamondbacks. El espíritu joven está presente aún, pero con otro matiz.

“Me encanta esa energía, pero creo estamos viendo a un relevista con los pies sobre la tierra”, dijo Roberts.