Guardianes ganan la Central: “¿Qué tiene de malo ser joven?”

26 de septiembre de 2022

ARLINGTON – Se ha hablado mucho de lo poco experimentado que es el roster de los Guardianes esta temporada.  Así que, junto a la clásica celebración con champaña, ¿qué podía ser mejor para un grupo de muchachos que acababa de ganar la División Central de la Liga Americana que comer pizzas?

El dominicano Oscar González y Cal Quantrill entraron con cajas de pizza mientras el resto de sus compañeros se bañaban en champaña en el clubhouse. Los dominicanos José Ramírez, Amed Rosario y Emmanuel Clase estaban bailando y tomándose “selfies” en un extremo. Triston McKenzie, Gonzalez y Quantrill utilizaron el plástico que colocaron para proteger el piso y comenzaron a deslizarse como si estuviesen en un paseo de la escuela.

Era una celebración que reflejaba perfectamente cómo fue que Cleveland ganó su primer título divisional desde el 2018: aceptando su juventud.

“¿Cuál es el problema con ser joven?”, se preguntó el abridor Shane Bieber.

Los Guardianes han demostrado que la respuesta a esa pregunta es: absolutamente nada. Con la juventud vienen bastantes dudas, pero ahora el club se ha convertido en la gran historia del equipo pequeño que sorprendió a todos en la campaña 2022.

Después de perder el Día Inaugural ante Kansas City, en FanGraphs proyectaban que Cleveland ganaría 77 juegos, con apenas 6.4% de probabilidades de ganar la División Central de la Liga Americana. Pero ahí estaban los Guardianes la tarde del domingo en el Globe Life Field, el equipo con la nómina más joven de todo el béisbol, como un grupo de niños en una piñata, montados unos sobre otros en el terreno después de conseguir el primer título divisional de la franquicia desde el 2018 cuando los Medias Blancas cayeron ante los Tigres momentos antes del último out de la victoria por 10-4 de Cleveland sobre los Rangers.

Quizás en Cleveland nunca tuvieron dudas de que eran capaces de tener éxito este año, pero no es complicado entender porque fuera de la organización veían las cosas de otra manera. Las únicas adquisiciones del club en la temporada muerta habían sido traer de vuelta al derecho Bryan Shaw, firmar al diestro dominicano Enyel De Los Santos con un contrato de ligas menores y pactar por un año con el cátcher Luke Maile.

Aunque desde la directiva de los Guardianes insistían en que tenían flexibilidad desde un punto de vista financiero, no se hicieron cambios de impacto. Si se combina eso con un grupo de muchachos jóvenes con poca o ninguna experiencia a nivel de Grandes Ligas, parecía que el equipo estaba destinado a una complicada temporada de reconstrucción. Pero en vez de eso, Cleveland demostró que la edad es solo un número, con sus novatos jugando como experimentados veteranos, mientras aprendían que practicando un béisbol de la “vieja escuela” podían competir contra los mejores de la liga.

“Cada equipo tiene su propia identidad y su propia química, y a veces hace falta tiempo para que eso vaya tomando vida”, dijo el presidente del departamento de operaciones de béisbol de los Guardianes, Chris Antonetti. “Puedes ver a lo largo del año como esa identidad se va construyendo, y estos muchachos abrazaron esa idea y por ahí se fueron”.

Todo comenzó (y básicamente terminó) con Steven Kwan. El novato se robó el show y anunció rápidamente que Cleveland sería noticia este año cuando vio 116 pitcheos para empezar su carrera antes de hacer su primer swing en blanco. Fue una constante para los Guardianes toda la temporada, ayudando a llevar al equipo hasta su 11tmo título divisional desde que se creó la División Central en 1994 con el primer grand slam de su carrera el domingo. Y con el venezolano Andrés Giménez convirtiéndose en el jugador que Cleveland sabía era capaz de ser cuando lo adquirieron desde los Mets y el ascenso repentino de González, la ofensiva se volvió mucho más peligrosa de lo que cualquiera hubiera esperado.

Los Guardianes ahora son el primer equipo en la historia de la L.A./L.N. en ganar una división o el título de la liga con al menos 16 novatos haciendo su debut en las Grandes Ligas, de acuerdo con el Elias Sports Bureau. Sarah Langs de MLB.com y Elias también confirmaron que los Guardianes son el octavo equipo que clasifica a la postemporada siendo el club más joven en MLB (medido por viajes al plato y bateadores enfrentados) y el primero que lo hace desde los Mets de 1986.

“Yo no estoy seguro de que compro eso que están diciendo algunos, que estamos ‘jugando con dinero de la casa’”, dijo el manager de los Guardianes, Terry Francona. “Pienso que se merecen más crédito que eso… han jugado tremendo béisbol”.

Los Guardianes tuvieron su primera gran prueba en junio. Tenían pautado enfrentar a Rockies, Dodgers y Mellizos durante una gira de nueve encuentros, y cuando Cleveland dejó marca de 7-2, empezaba a estar claro de qué era capaz esta novena. Aunque tuvieron algunos baches a lo largo de la campaña, el más reciente de ellos a principios de septiembre, cuando perdieron ocho de 10 juegos, el joven grupo nunca se desmoronó. En vez de eso, lo tomaron como un llamado de atención y respondieron con un fantástico trecho durante el cual amarraron el boleto a octubre.

Los Guardianes han ganado 18 de sus últimos 21 compromisos. Y el domingo extendieron a siete juegos su seguidilla de triunfos, la más larga para el equipo desde junio del 2018. Debido a todo ese éxito, lo que parecía una meta improbable – ganar la división – se convirtió en algo que en el club esperaban lograr estas últimas semanas. Y con la posibilidad de que ocurriera el domingo, Francona habló con el equipo antes del juego, recordándoles que estaba bien divertirse.

“Les dije, ‘Miren, cuando esto suceda, ustedes se ganaron el derecho de celebrar a lo grande”, explicó Francona. “La forma en la que tuvieron que trabajar, como jugaron para llegar hasta aquí, por mi pueden gritar toda la noche. Me puedo sentar aquí a escucharlos festejar toda la noche. No me importa a qué hora nos vamos a la casa”.

Los Guardianes saben que todavía falta un largo camino para alcanzar la meta final. Pero ahora que saben que van a disputar en el Progressive Field la Serie del Comodín de la L.A. al mejor de tres juegos, a partir del 7 de octubre, es difícil para ellos no pensar en lo especial que podría ser esta temporada.

“Nosotros no nos veíamos a nosotros mismos como un equipo débil, pero yo sé que el resto del mundo sí lo hacía”, dijo Austin Hedges. “Y no los culpo. Éramos jóvenes. ¿Quién lo hubiera pensado? Pero creímos en nosotros mismos y vamos a seguir sorprendiendo a todos”.