Bryce Harper, por los números: El más temible

28 de febrero de 2019

A lo largo de la estelar carrera de , hay algo que siempre se ha mantenido constante: los lanzadores contrarios le tienen miedo. Más miedo que a la inmensa mayoría de los bateadores de Grandes Ligas, de hecho.

El extremo cuidado que tienen cuando le lanzan es una maldición y una bendición al mismo tiempo. Por un lado, Harper es una máquina de negociar bases por bolas (líder de MLB con 130 en el 2018). Por el otro, le quitan oportunidades de hacer daño.

Una manera de analizar cómo ven los lanzadores a Harper es fijarse en cómo le tiran.

Para eso, podemos usar la zona de strike detallada de Statcast™, que la divide en tres regiones. "En la zona" son los pitcheos claramente en strike, "fuera de la zona" los que claramente son bolas y "en los márgenes" son aquellos que están cerca de las esquinas del plato, bien sea en bola o en strike.

Así se ubica Harper durante las últimas tres temporadas en términos del porcentaje de pitcheos "fuera de la zona" que ve. En otras palabras, a los que un bateador nunca debería hacerle swing.

2016: 41.8 % (el más alto de 302 bateadores)

2017: 37.7% (el séptimo más alto de 314 bateadores)

2018: 39.0 % (el tercero más alto de 308 bateadores)

Mínimo de 1,000 pitcheos vistos Si sumamos esas tres campañas más recientes, los lanzadores han tirado casi el 40% de sus pitcheos a Harper en esa región bien fuera de la zona. Han hecho eso a pesar de que Harper les hace bastante menos swings que el promedio de los bateadores de MLB a esos ofrecimientos.

Porcentaje más alto de pitcheos vistos fuera de los límites de la zona de strike entre el 2016 y el 2018
Mínimo de 3,000 pitcheos vistos (301 bateadores)

Giancarlo Stanton: 39.9 % (Swing al 20.3%)

Bryce Harper: 39.6 (16.5)

Javier Báez: 38.7 (33.7)

Aaron Judge: 38.3 (15.0)

Kendrys Morales: 38.0 (22.5)

Joey Gallo: 37.6 (18.4)

Adrián González: 37.3 (20.9)

Gregory Polanco: 37.3 (18.4)

Carlos González: 37.1 (22.9)

Salvador Pérez: 37.1 (35.0) Promedios de MLB: 32.9 (19.0)

Sus oponentes tienen motivos para lanzarle así a Harper, que castiga los errores pero no es bateador de bolas malas. En las últimas tres campañas, Harper tuvo un robusto .805 de slugging contra esos strikes claros dentro de los límites de la zona, una de las mejores marcas de MLB. Contra el resto de los envíos, tuvo un slugging de .310.

Es ese último número el que en la actualidad separa las tres estelares campañas recientes de Harper (133 OPS+) del año en el que ganó el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, el 2015 (198 OPS+), cuando tuvo slugging de .801 dentro de la zona pero .532 ante el resto de los envíos.

Eso nos lleva a lo que Harper necesita superar para producir los tremendos números que su equipo va a esperar de él del 2019 en adelante. Con los rivales enfocados en lanzarle con mucho cuidado, tiene que encontrar la forma de hacer daño ante lanzamientos muy buenos, y a la vez destrozar los errores que le tiren.

En el 2018, hizo más de lo último que de lo primero. Bateó 13 jonrones contra pitcheos por el medio, la mayor cantidad en las Grandes Ligas y el 38% de todos los que dio. Ningún otro bateador que haya dado 30 bambinazos pegó más ante lanzamientos por el medio.

Harper resumió el tema cuando habló con la prensa tras terminar abril con 38 boletos en 29 juegos.
"El porcentaje de embasarse es súper importante", dijo Harper, de acuerdo con MASN. "Embasarse para los muchachos que vienen detrás, tratar de agotar buenos turnos y no expandir la zona. Es difícil, pero tengo que seguir haciéndolo, tratar de seguirme embasando, agotar buenos turnos, esperar por un error y no perdonarlo".
Harper no cumplió ese plan en todo el 2018, sin embargo. Tras dar dos jonrones el 4 de mayo, bateó .190/.317/.394 durante un lapso de 61 juegos hasta la pausa del Juego de Estrellas. Se recuperó enfáticamente en la segunda mitad (.300/.434/.538), en parte porque dejó de hacerles swing a pitcheos en bola.
Fue el tipo de producción que, justificadamente, pondría a pensar a cualquier pitcher a la hora de retar a Harper en la zona de strike. Sea donde sea que juegue en el 2019, Harper volverá a tener que lidiar con el miedo que él mismo inspira.