ST. PETERSBURG – El jueves en el Juego 1 de la Serie Divisional de la Liga Americana entre los Medias Rojas y los Rays de Tampa Bay, Enrique “Kike” Hernández se fue de 4-0 con un ponche en la derrota de Boston.

El viernes, el versátil jugador puertorriqueño revisó los videos de sus turnos en ese primer choque, formuló un plan con los instructores de bateo de los Patirrojos y llegó al terreno de juego listo para rendir.

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Así mismo sucedió.

Hernández bateó de 6-5 con un jonrón, tres dobles, tres empujadas y tres anotadas en la victoria de los Patirrojos por 14-6, así ayudando a los Medias Rojas a empatar la serie 1-1 de cara al Juego 3 el domingo en el Fenway Park de Boston.

“(El jueves), expandió la zona durante todo el juego y (el viernes) hizo un esfuerzo por estar a tiempo y de cazar pitcheos en la zona de strikes”, dijo el manager de los Medias Rojas, el también boricua Alex Cora. “Él se pone en problemas cuando está arriba en el conteo y expande la zona. (El viernes) estuvo a tiempo y se mantuvo corto hacia la bola. Estuvo increíble”.

Lo hecho por Hernández el viernes recordó mucho su actuación del Juego 5 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional del 2017, cuando conectó tres cuadrangulares para propulsar a los Dodgers a la Serie Mundial. Pero su demostración de bateo ahora tuvo más matices históricos.

Los cuatro extrabases de Hernández son un récord de postemporada en la historia de los Medias Rojas y empata la marca de MLB en playoffs/Serie Mundial, que ahora es compartida entre él y el dominicano Albert Pujols (Juego 2, SCLN del 2011), el japonés Hideki Matsui (Juego 2, SCLA del 2004), Bob Robertson (Juego 2, SCLN de 1971) y Frank Isbell (Juego 5, Serie Mundial de 1906).

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Sus cinco hits en un partido de postemporada lo empatan con Mike Stanley (Juego 4 de la SDLA de 1999) en los anales de los Medias Rojas, además de la marca de Grandes Ligas (alcanzada en un total de 10 ocasiones). Y ahora Hernández y Matsui son los únicos con cinco hits y cuatro extrabases en un encuentro de playoffs/Serie Mundial.

“Teníamos que arreglarlo o teníamos que arreglarlo”, dijo Hernández sobre la determinación para mejorar su selección de pitcheos en el plato. “Lo trasladamos a las prácticas de bateo y me sentí un poco mejor.

“Y tuve un juego más o menos bien”, concluyó con una sonrisa.