Hernández, López y Valverde, relevistas de lujo

14 de junio de 2020

Pocos disfrutan un buen debate como los fans de béisbol. Con eso en mente, les pedimos a nuestros reporteros que enumeraran a los cinco mejores jugadores de la historia de cada franquicia en una posición particular, según lo hecho con dicho equipo.

Aquí, los cinco mejores relevistas en la historia de los Tigres, según el reportero de MLB.com, Jason Beck.

1. John Hiller, 1965-1980

Dato clave: Encabeza a todos los relevistas de los Tigres y ocupa el cuarto lugar entre todos los relevistas de MLB en WAR de por vida

En 1973, Hiller acumuló el que hasta la fecha es el segundo mejor bWAR (7.9) en una temporada para un relevista en la historia de Grandes Ligas. El zurdo encabezó las Mayores ese año en salvamentos con 38 en 42 oportunidades, la mitad de ellos de cinco outs o más. Entre los lanzadores de Grandes Ligas que hicieron el 80% de sus presentaciones en relevo, el bWAR de 31.0 de Hiller ocupa el cuarto lugar de todos los tiempos. Los tres lanzadores delante de él – el panameño Mariano Rivera, Hoyt Wilhelm y Rich “El Ganso” Gossage – son todos miembros del Salón de la Fama.

2. Guillermo “Willie” Hernández, 1984-1989

Dato clave: Fue nombrado JMV de la Liga Americana y ganó el Premio Cy Young en 1984

Para un relevista ganar un Premio Cy Young es bien difícil, incluso en esta era en la que los bullpens son más importantes que nunca. Y que un relevista se lleve dicho reconocimiento y además gane el trofeo de JMV es una rareza. No sólo es Hernández uno de apenas tres relevistas en llevarse ambos honores, sino que arrasó en las votaciones para JMV entre un dominante equipo de los Tigres en 1984 repleto de dignos candidatos. El zurdo puertorriqueño era así de bueno, aunque compartió el rol de cerrador con el mexicano Aurelio López hasta mediados de la campaña.

No sólo tiene que ver con que Hernández convirtió 32 salvamentos en 34 oportunidades, o 35 de 37 incluyendo la postemporada. Tiene que ver con que 21 de esos 32 juegos salvados en la temporada regular fueron de más de tres outs. Seis de ellos fueron de tres entradas o más. Armado con un screwball (tirabuzón) y una recta cortada, Hernández finalizó con 140.1 innings ese año, apenas 28 menos que el cuarto abridor del equipo, el panameño Juan Berenguer, y aun así dominó. El oriundo de Aguada, Puerto Rico, cedió solamente 96 hits, incluyendo seis cuadrangulares, y otorgó apenas 36 bases por bolas. Luego sacó los últimos outs de la Serie de Campeonato de la Liga Americana y la Serie Mundial. Hernández nunca volvió a disfrutar de esa clase de éxito, pero fue un taponero estelar durante tres temporadas antes de compartir el puesto con Mike Henneman en 1987.

3. Aurelio López, 1979-1985

Dato clave: Marca de 19-4, 46 salvamentos, 2.43 de EFE en 1983-1984

Mientras que Hernández arrasó con los reconocimientos en 1984, una de las más grandes llaves del éxito de los Tigres ese año fue la dupla que formaron Hernández y López, una de las combinaciones zurdo-derecho más devastadores capaces de consumir innings y finalizar partidos. Antes de la llegada de Hernández, López era el prototípico lanzador de poder, apodado “Señor Smoke” por su potente recta. También conocido con el mote de “El Buitre de Tecamachalco”, López pasó una década lanzando en su natal México, con breves presentaciones para Cardenales y Reales intercaladas, antes de que los Tigres lo adquirieran en un canje en 1979. Sucedió a Hiller como taponero bajo el mando del nuevo timonel Sparky Anderson, para quien consiguió temporadas consecutivas de 21 lanzamientos. Batalló en 1982, pero luego incorporó el screwball a su arsenal para confundir a los bateadores. Sus números en 1984, incluyendo récord de 10-1, efectividad de 2.94, 14 salvamentos y 7.1 ponches por cada nueve entradas terminaron siendo opacados por los de Hernández.

4. Todd Jones, 1997-2001, 2006-2008

Dato clave: Líder de por vida de los Tigres con 235 salvamentos, convocado al Juego de Estrellas en el 2000

No, Jones no era un lanzador llamativo, y sus estadísticas de temporada nunca fueron particularmente dominantes. Pero si necesitabas tres outs en una situación de apremio, casi siempre encontraba la manera de conseguirlos. Acumuló 42 salvamentos en un equipo de los Tigres que ganó 79 juegos en el 2000. Fue canjeado al año siguiente y luego regresó como agente libre para brindar una presencia veterana en la parte trasera de un joven y potente bullpen en el 2006. Mientras Joel Zumaya y el dominicano Fernando Rodney eran los lanzallamas del club, el veterano de 38 años compiló outs claves para finalizar con 37 rescates esa campaña y cuatro más en los playoffs, para luego salvó 38 juegos al año siguiente.

5. José Valverde, 2010-2013

Dato clave: Dos veces convocado al Juego de Estrellas, de 49-49 en oportunidades de salvamento en el 2011

Durante sus primeros dos años en Detroit, el dominicano fue uno de los taponeros más efectivos de Grandes Ligas. Su temporada del 2011 se encuentra entre las mejores en la historia de la franquicia, ya que terminó perfecto en oportunidades de salvamento y encabezó la liga con 49 rescates, 75 presentaciones y 70 juegos finalizados. Pero no todo fue color de rosa para el dominicano – una vez tuvo un salvamento de 60 pitcheos y cuatro outs en el 2010 – y su paso por los Tigres no terminó bien, pero su éxito sobre el montículo no pasó desapercibido.

Menciones honoríficas

Joel Zumaya, de raíces mexicanas, siempre será recordado por su increíble temporada de novato en el 2006, cuando la recta del derecho de 21 años de edad era demasiado para los bateadores de la Liga Americana. Ponchó a 97 bateadores en 83.1 innings y su bola rápida llego a superar las 103 millas por hora, pero las lesiones evitaron que pudiese tener otra temporada similar.

El dominicano Joaquín Benoit fue uno de los mejores preparadores de mesa de las Mayores por más de dos temporadas, antes de recibir su oportunidad como cerrador a mediados de la campaña del 2013.

El dominicano Fernando Rodney tuvo una carrera mucho mejor después de salir de Detroit como agente libre en el 2010, pero lució espectacular durante la carrera de los Tigres hacia la Serie Mundial en el 2006 y luego se vio descontrolado como taponero en el 2009.