Derek Jeter llegó a la campaña del 2011 a apenas 74 imparables para entrar al club de los 3,000 hits y parecía que conseguiría la hazaña cerca de su cumpleaños 37 el 26 de junio. Pero una lesión en la pantorrilla a mediados de dicho mes envió al capitán de los Yankees a la lista de lesionados. Por eso, cuando regresó a la acción el lunes, 4 de julio del 2011, necesitaba ocho imparables en la semana si quería conseguir el hito antes de la pausa del Juego de Estrellas.
Pasaron algunos días para que el torpedero pegará el imparable 3,000, pero por fin llegó el sábado, 9 de julio -- y lo logró con una de las mejores jornadas de su carrera. Primero, bateó el indiscutible número 2,999 con un sencillo para iniciar el partido contra David Price de los Rays.
En su segundo turno, llegó a una cuenta de tres bolas y dos strikes ante Price. Luego, conectó:

Jeter había sacudido apenas dos cuadrangulares a estas alturas del 2011, así que el batazo para llegar a los 3,000 hits enloqueció a los aficionados en el Bronx. Jeter se convirtió en solamente el segundo jugador en pegar su imparable número 3,000 con un jonrón, acompañando a su ex compañero en los Yankees, Wade Boggs, quien lo logró en 1999. (Y antes de que su compañero en ese entonces Alex Rodríguez lo consiguiera en el 2015)
El hit 3,000 fue un momento emocionante, pero Jeter no se detuvo.
El imparable número 3,001 llegó en el quinto episodio: Un doble que inició una reacción de Nueva York y al final Jeter anotó la carrera del empate.
El hit número 3,002 fue en el sexto capítulo: Un sencillo con dos outs que mantuvo viva la entrada.
El indiscutible número 3,003 llegó en el octavo inning: Un hit para que el dominicano Eduardo Núñez anotara lo que resultó siendo la carrera de la victoria de Nueva York.

La jornada de cinco imparables igualó una marca personal de Jeter, quien se unió a Craig Biggio como los únicos dos jugadores en sacudir cinco hits el mismo día en que se unieron al club de los 3,000.
Christian López fue el aficionado que atrapó la bola del hit 3,000 y se la presentó al capitán después del encuentro:

Un gran día en la vida de Derek Jeter.