PITTSBURGH – En su joven carrera en Grandes Ligas, Jared Jones ha demostrado una gran capacidad para generar swings fallidos.

Pero el lunes, puede que haya producido su mayor obra hasta ahora.

Enfrentando a Brice Turang de los Cerveceros en el tercer episodio del partido del lunes en el PNC Park, el tercer mejor prospecto de los Piratas lanzó un slider que Turang pensó inicialmente que caería en zona buena y empezó a hacer swing, aunque intentó detenerse rápidamente. Sin embargo, el impulso fue mayor, y el bateador zurdo terminó cayendo de espaldas.

Ese ponche fue el quinto de la jornada para Jones, quien terminó con siete abanicados en la eventual victoria de los Piratas por 4-2 sobre los Cerveceros.

Hasta el tercer inning del lunes, Jones había llegado a 86 swings fallidos en la temporada, la mayor cantidad para un monticular en sus primeras cinco aperturas en la era de seguimiento de pitcheos (desde el 2008).

Jones exhibe normalmente un temple serio en la lomita. Pocas veces se le ve sonreír. Pero luego de lograr un ponche como ése, ¿cómo disimular?

“Me estaba riendo por dentro”, expresó entre risas Jones luego del partido.