Jacob deGrom ve el 2017 con optimismo, a nivel individual y colectivo

2 de diciembre de 2016

NUEVA YORK -- Al principio, a le dolía hasta cuando chasqueaba sus dedos. Entonces, después de someterse a una cirugía para para mover un nervio en su codo derecho, el abridor de los Mets hizo lo que cualquier pitcher curioso hubiese hecho. Empezó a chasquear los dedos de su mano derecha hasta que un día, finalmente, el dolor desapareció.
"Honestamente, se siente bien", dijo deGrom el viernes en el Citi Field, donde terminó una semana de presentaciones promocionales en Nueva York. "Se siente como si nada hubiese pasado, así que estoy listo para empezar a tirar".
Aunque deGrom empezará un programa de tiros antes de que termine diciembre, la verdadera prueba no vendrá sino hasta abril. Será entonces cuando él, , , y posiblemente conformen la clase de rotación de cinco abridores con la que los Mets han soñado por años. Cuatro de esos cinco pitchers estarán tratando de lanzar en las Grandes Ligas por primera vez desde sus respectivas cirugías.
"Sin dudas, me asusté", dijo deGrom sobre su problema, que le causaba entumecimiento en los dedos. "Uno nunca quiere que le pase nada en el brazo. Y hasta que llegas a saber qué es, sientes que puede ser algo malo. Descubrir lo que pasó, que es el nervio y que no habrá problemas una vez que lo movieron, te hace sentir bien. Me dio un poquito de tranquilidad".
Mucho del optimismo de los Mets de cara a la temporada del 2017 tiene que ver con deGrom y el resto de los abridores jóvenes del club. Todos creen que son muy buenas las posibilidades de que estén mucho más sanos que en el 2016. Pero no hay garantías de que así sea. No hay nada que sirva mejor para predecir futuras lesiones que lo que sucedió en el pasado, por lo que los Mets tendrán que ser cuidadosos con su quinteto hasta que prueben que estén 100% saludables.
Para protegerlos, los Mets podrían aprovechar la profundidad de su cuerpo monticular -Robert Gsellman y estarán de vuelta también- y usar por cierto tiempo una rotación de seis abridores. O podrían simplemente saltar el turno de sus pitchers periódicamente, como hicieron la temporada pasada. Sin emabargo, deGrom no está muy convencido con la idea y apuntó que tanto él como el resto trabajan alrededor de una rutina de cinco días.
Para los pitchers de los Mets, la logística se irá determinado a su debido momento. Toda la organización recibió una inyección de optimismo a principios de esta semana cuando se anunció que el jardinero cubano Yoenis Céspedes firmó un contrato de cuatro años. Cuando le preguntaron qué significaba eso para los Mets, deGrom reconoció que se ve la oportunidad de ganar un título.
"Como decimos todos los años, la meta es ganar la Serie Mundial", dijo deGrom. "Luchamos para llegar a la postemporada este año y sin dudas fue algo emocionante. El año pasado fuimos a la Serie Mundial, así que la meta es la misma, ganarla, y pienso que todos en este equipo tenemos ese objetivo. Para eso vamos a trabajar desde los Entrenamientos Primaverales".