JC Ramírez, que inició su carrera en las Grandes Ligas con más de 100 juegos como relevistas antes de ser convertido en abridor y realizar más de 20 aperturas, es ahora también el Atleta Profesional del Año, de Nicaragua.
El veloz lanzador de los Angelinos de Los Ángeles ganó la distinción del mejor atleta nicaragüense del 2017 por aclamación. No tuvo oposición en la asamblea de la Asociación de Cronistas Deportivos de Nicaragua (ACDN), que se realizó este viernes en el Salón de la Fama del deporte nicaragüense, en el viejo Estadio Nacional.
En Nicaragua se elige al Atleta Profesional del Año y al Atleta Amateur del Año. El segundo será seleccionado después de la justa de lis Juegos Centroamericanos Managua 2017.
"Este es un premio muy valioso para mí porque es un reconocimiento al esfuerzo que todos los atletas hacemos y me siento feliz que esta vez me tocó a mí ser el elegido. Era algo que quería ganar, le doy gracias a Dios por el reconocimiento y me compromete a seguir esforzándome", dijo Ramírez.
JC registró 11 victorias y 10 derrotas, con 4.15 de efectividad con los Angelinos de Los Ángeles, quienes identificaron que el nica tenía las herramientas para ser un abridor en las Mayores y el pinolero respondió siendo el mejor brazo del equipo, al caminar 147.1 entradas, con 105 ponches en 27 juegos, 24 de ellos iniciados.
De 29 años de edad y rumbo a su primer salario millonario tras su buen año, JC fue el atleta profesional nicaragüense que más emoción brindó y el de calidad más constante.
El tetracampeón mundial de boxeo Román "Chocolatito" González, el futbolista Juan Barrera y los bigleaguers Erasmo Ramírez y Cheslor Cuthbert también entraban en las consideraciones, pero JC los superó a todos.
Ramírez probó que puede ser un abridor de impacto en el mejor beisbol del mundo y revivió a los nicaragüenses la esperanza de contar con un jugador del calibre de Dennis Martínez en las Mayores.
JC dejó de ser un relevista que daba tumbos de un equipo a otro desde su debut con Filadelfia en 2013, para convertirse en un abridor con un futuro prometedor, amparado en una potente bola rápida que coquetea con las 100 millas por hora, junto a un duro slider y una mejorada localización de sus lanzamientos.