Imaginen lo que debe sentirse al dar un jonrón en un estadio de Grandes Ligas, ver la bola volar sobre la cerca sabiendo que fuiste tú el único responsable de eso.

Ahora imaginen hacer un swing tan poderoso que la bola terminó completamente fuera del estadio.

Eso fue lo que hizo el martes el cubano Jorge Soler, patrullero de los Reales, contra los Indios en Progressive Field. Su majestuoso swing fue ante un pitcheo de Tyler Clippard en la octava entrada y, aunque el batazo fue foul, es probablemente el foul más impresionante que hayamos visto. ¡Miren ese tablazo!:

Eso se llama darle con todo, ¿verdad? O, en el caso de Soler, quizás darle demasiado fuerte, pues no fue capaz de mantener la bola en zona buena. Se terminaría ponchando más adelante en ese turno, además, por lo que su súper conexión no quedará registrada en la planilla de anotación.

Pero para nosotros, los amantes del béisbol, eso no importa. Entonces, se aporrea una bola, muchacho. Ojalá alguien haya encontrado la pelota en el estacionamiento, o donde sea que haya caído.