CHICAGO -- En un mundo perfecto para los White Sox, el hit 1,000 en la carrera del cubano José Abreu hubiese sido un majestuoso batazo sobre la cerca del jardín izquierdo del Guaranteed Rate Field, con el que también habría llegado a 100 carreras empujadas por quinta temporada en seis años en Chicago y quizás coronado una remontada ante los Rangers la noche del sábado.

En la vida real, Abreu conectó su sencillo 1,000 ante Kolby Allard de los Rangers con dos outs en la primera entrada en un juego que los White Sox perdieron 4-0. En cuanto a las 100 empujadas, no tardaría mucho más, pues arribó allí el domingo al traer las dos carreras en el triunfo de Chicago por 2-0.

Volviendo a los 1,000 hits, la forma en la que el cañonero derecho llegó a este importante hito individual quizás haya sido más adecuada para retratar la carrera de uno de los bateadores más productivos y constantes de las Grandes Ligas desde que se unió a los White Sox en el 2014, pero que no siempre ha sido debidamente apreciado y recompensando por su excelencia e incansable ética de trabajo.

Los compañeros de Abreu y muchos de los 26,454 aficionados presentes en el estadio reconocieron al inicialista con una ovación de pie luego de que se convirtiera en el 29no pelotero en la historia de la franquicia en llegar a 1,000 hits. Abreu respondió con una gran sonrisa y quitándose la gorra para agradecer el gesto.

“Es un gran logro para mí, para mi carrera y para mi familia. Y creo que también para la organización”, dio Abreu, que firmó con los White Sox como agente libre por US$68 millones, un contrato que se vence este año. “Significa mucho para mí y quiero darle las gracias y dedicarle esto a mi familia, a Jerry (Reinsdorf, el propietario del club), a los White Sox y a todos los que me han ayudado a lo largo de estos seis años. Han sido muy buenos conmigo y por eso me siento bendecido”.

El manager de los White Sox, Rick Rentería, se refirió a Abreu como un gran jugador que “ha estado contribuyendo desde mucho antes de que yo llegara aquí de forma positiva”.

“Se ha convertido en todo un veterano jugador de Grandes Ligas y sigue haciendo muchas cosas bien”, prosiguió el dirigente. “Es un hito bien bonito para él, y que todos esos hits sean para los White Sox es bien impresionante”.

Sumando lo que hizo en Cuba para Cienfuegos, Abreu tiene un total de 1,885 incogibles durante su carrera de 16 años en el béisbol.

Su inmenso valor para los White Sox ha sido mencionado en numerosas ocasiones, pero la noche del sábado, después de hacer historia, Abreu habló sobre lo que esta organización ha significado para él.

“Yo estoy muy agradecido con Jerry, Kenny (Williams, el vicepresidente ejecutivo), Rick Hahn (el gerente general), Marco Paddy (asistente especial al gerente general), y con toda la gente que hizo esto posible”, detalló Abreu. “No es sólo por el dinero, sino que hicieron realidad el sueño de mi madre. No se trata de dólares. Se trata del sueño y de haber podido llegar a este punto en mi carrera”.

“Es el pelotero franquicia, es importantísimo para nosotros”, le describió el lanzador dominicano Iván Nova. “Todo el mundo aquí lo respeta por la forma en la que hace las cosas”.