CHICAGO -- José Abreu regresó a la alineación de los White Sox para el juego del sábado, defendiendo la inicial y bateando como cuarto en el orden. Eso es algo que no debería ser noticia para el cubano.

Abreu disputó los 60 juegos de temporada regular del año pasado y ha participado en 154 o más encuentros en cuatro diferentes campañas. Usualmente recuerda lo mucho que se altera su madre, Daysi Correa, cuando no juega.

Pero luego de ver el fuerte choque que tuvo cerca del plato con Hunter Dozier de los Reales en la segunda entrada del juego del viernes, el regreso de Abreu es más que notable.

“No creo haber escuchado un choque así en un terreno de béisbol”, dijo el manager de los White Sox Tony La Russa. “El hecho de que ambos estén bien sin nada serio es un golpe de buena fortuna. Fue aterrador. Lució y sonó feo”.

“Fue difícil para todos. Pensamos lo peor”, confesóel dominicano Leury García, quien estaba defendiendo el jardín central al momento de la colisión. “Pero conocemos [a Abreu] y el tipo de persona y jugador que es. Está listo. Gracias a Dios está bien”.

Abreu quería jugar en el segundo de la doble tanda del viernes, pero al final quedó fuera de la alineación. La Russa dijo que su equipo se inspiró tras la lesión de Abreu.

La Russa entregó tarde la alineación de los White Sox del sábado, pero le dijo a la prensa que el cubano ya estaba tomando swings.

“Cuando lo vi en la caja dije; ‘No, no puede ser que esté haciendo swing’. Pero está bien. Está listo”, dijo García. “Es uno de esos chicos que hace de todo dentro y fuera del campo”.