Los Angelinos le han dado un contrato de liga menor al prospecto cubano de 19 años, José Antonio Verrier. El oriundo de Matanzas es otro beisbolista que abandonó Cuba con edad juvenil para insertarse al sistema de Grandes Ligas.
Como él, muchos talentos menores de 20 años han salido de Cuba por la vía legal.
"Me fui de Cuba porque quería ayudar a mi familia y allá no tenía la oportunidad. Ya cumplí mi primer objetivo y ahora voy a buscar llegar a Grandes Ligas. Yo sé que lo voy a lograr", dijo Verrier.
Verrier es un jardinero de mide 6 pies y una pulgada y pesa 180 libras. Los Angelinos le dieron un contrato de siete años y 300 mil dólares de bono.
"En Cuba aprendí lo común del béisbol, casi todo era jugar, pero me enseñaron mucho y estoy muy agradecido", expresó Verrier. "Quería un sueño mejor y acá estoy aprendiendo a vivir y a comportarme como un profesional".
El recién firmado apostó por un destino poco frecuente para los beisbolistas cubanos que emigran constantemente: Colombia. Allí se asentó, hizo su residencia y luego de batallar en un número considerable de tryouts, la franquicia angelina se encontraba entre los equipos interesados.
"Había varios observándome, pero ellos (Angelinos de Los Angeles-Anaheim) fueron los que más resistencia hicieron por mí", dijo Verrier, quien en las 60 yardas ha marcado tiempos de 6.5 segundos.
Además de su poder por encima del promedio, la velocidad y el desplazamiento de Verrier parecen ser sus herramientas más perceptibles.
"Necesito tiempo de juego. Quiero demostrar que soy otro de los que pueden llegar", dijo el guardabosque.
En los próximos días, Verrier se incorporará al sistema de las menores con Angelinos en la Liga de Verano Dominicana (DSL, por sus siglas en inglés).
Verrier se convirtió en el segundo cubano que engrosa las filas de los Angelinos en la actualidad. El otro antillano en los dominios de Anaheim, Roberto Baldoquín, quien fue firmado en 2014, aún no ha logrado sobrepasar el nivel de Clase-A Avanzada.