SEATTLE – Los Marineros han contado con algunos de los jugadores más célebres de Grandes Ligas en los últimos 35 años, con nombres como los Salón de la Fama Ken Griffey Jr., el puertorriqueño Edgar Martínez, Ichiro Suzuki y Randy Johnson, además de Alex Rodríguez y el venezolano Félix Hernández, entre otros. Sin embargo, ninguna de esas leyendas pudo ayudar a Seattle a alcanzar una Serie Mundial, logro aún inédito para esta franquicia que nació en 1977.
El nombre insignia de los Marineros hoy en día es Julio Rodríguez. Firmado por Seattle en el 2017 y desarrollado por el mismo equipo desde entonces, el jardinero dominicano se ha convertido en la figura de mayor afecto en el equipo y en la comunidad, incluso por encima de un jugador tan valioso como Cal Raleigh.
En sus cuatro años como ligamayorista en los Marineros, Rodríguez, de 24 años, ha sido elegido Novato del Año de la Liga Americana (2022), ha sido convocado a tres Juegos de Estrellas, ha ganado dos Bates de Plata y ha registrado dos temporadas 30-30 – además de dos 20-20.
En los predios del T-Mobile Park, el jersey del número 44 de Rodríguez es el que más se ve entre los fanáticos. Y el oriundo de Loma de Cabrera es bien activo a la hora de aportar en la comunidad, tanto aquí como en la República Dominicana.
Claro, cuando Rodríguez firmó una extensión de 12 años y US$209.3 millones – con posibilidades de que el valor llegue a US$470 millones en 14 años -- en agosto del 2022, siendo él novato, el dinero fue un gran motivo. Pero también se veía el potencial de este equipo, que en aquella campaña clasificó para los playoffs por primera vez en 21 años.
Ahora, en su segunda participación en la postemporada y a ley de dos victorias sobre los Azulejos para ayudar a Seattle a llegar a su primera Serie Mundial, Rodríguez reflexionó sobre el compromiso a largo plazo con esta franquicia.
“Yo diría que fue porque veía que teníamos la posibilidad de estar en momentos como éste, jugando por las cosas por las que estamos jugando ahora mismo y tratando de llegar a la Serie Mundial. Jugar en juegos importantes en la postemporada”, expresó Rodríguez, uno de los jugadores que más da la cara ante la prensa, en las “buenas” y las “malas”. “Creo que lo veía en ese entonces. Los fans estaban bien entusiasmados y ellos amaban el juego. Ya yo veía hacia dónde iba todo”.
En el 2025, continuó un patrón de Rodríguez en su carrera, que es empezar lento y encenderse en la segunda mitad de la temporada. Así mismo fue este año. En la primera mitad de la campaña, el quisqueyano tuvo una línea decente de .252/.313/.417 (OPS de .731) con 14 jonrones. En la segunda, mejoró a .290/.341/.560 (OPS de .900) con 18 vuelacercas.
Lo hecho en la recta final fue crucial para que los Marineros ganaran su primer título del Oeste de la Liga Americana desde el 2001. Y gracias a su primera victoria en una serie de playoffs desde aquel año, sobre los Tigres en la ronda divisional, Seattle se encuentra cerca de la tierra prometida: El Clásico de Otoño.
Ninguna de las leyendas antes mencionadas fue protagonista de una Serie Mundial en Seattle. ¿Qué tal esa posibilidad para Rodríguez?
“Significaría un mundo”, expresó Rodríguez, quien concluyó la campaña regular del 2025 con línea de .267/.324/.474 (OPS de .798), 31 dobles, 32 cuadrangulares, 95 empujadas, 30 bases robadas y bWAR de 6.8 – superado en ese sentido sólo por Raleigh (7.3) en los Marineros. “Ése fue el motivo por el que firmé aquí. Llegué a conocer a la afición y el hambre que tenía esta ciudad por un campeonato. Creo que eso me motivó mucho.
“Pienso que ha sido un gran reto, pero no le huyo a los retos. Una vez estás en esto, tienes que ir con todo”.
En la presente postemporada, Rodríguez lleva tres cuadrangulares y ocho empujadas. Y con sus vuelacercas en los primeros episodios de los Juegos 2 y 3 de esta serie, es el primer jugador de Seattle en disparar jonrón en la primera entrada de múltiples partidos de playoffs.
“Estamos en territorio raro, pero es emocionante”, dijo Rodríguez acerca del esfuerzo por llevar a los Marineros a su primera gran final de MLB. “Siempre hay presión cuando haces cosas grandes. Hay que ir un juego a la vez, jugando donde estamos y sabiendo la historia del equipo”.
