¿La clave de Yordan? Un swing bien sencillo

2 de mayo de 2021

Al cubano Yordan Álvarez le gusta estar siempre preparado.

Álvarez pareció no perder el ritmo el fin de semana contra los Rays luego de regresar de la lista de lesionados de COVID-19. El viernes conectó dos hits en cinco turnos, entre ellos un sencillo a 114.7 mph, su batazo más fuerte de la temporada. El sábado, tomó un boleto y anotó una carrera, y el domingo sacó su tercer jonrón de la temporada.

Para Álvarez, no es una rareza regresar a la acción dándole con autoridad a la pelota.

Cuando Álvarez volvió tras su primera estadía en la lista de lesionados de COVID-19 a finales de abril tras perderse cuatro juegos, bateó .364/.444/.591 en 27 viajes al plato entre el 20 y el 27 de abril. Esa capacidad de mantener el nivel a pesar de perder tiempo de juego no pareciera ser una coincidencia.

También vale la pena recordar que Álvarez esencialmente se perdió toda la temporada, en la que sólo disputó dos juegos e hizo nueve viajes al plato. La mayoría de los jugadores necesitan varias semanas, o incluso meses, para retomar el ritmo en el plato. Pero no Álvarez, que sencillamente sigue bateando.

Entonces, ¿cuál ha sido la clave para el continuo éxito de Álvarez, incluso a pesar de estas interrupciones? Todo radica en la simpleza de su plan de ataque.

“Él tiene una un plan bien simple”, dijo el manager Dusty Baker. “No tiene que sincronizar muchas partes. Eso es lo que lo ayuda a no perder mucho su _timing_”.

“La mayoría de los tipos grandes tienen un montón de partes en movimiento para poder poner en marcha su swing y pegarle a la pelota, pero él tiene una forma de batear bien sencilla”, dijo Baker. “Es bien fluida, especialmente – como dije – para alguien tan grande”.

La mecánica de Álvarez no es muy complicada. Mueve ligeramente una pierna y da un pasito corto. Tampoco mueve mucho la parte de arriba de su cuerpo. No echa sus manos hacia atrás, sino que las mantiene en el mismo sitio mientras mueve el pie, siempre listo para poner el bate en acción. La fórmula lo ayuda a repetir su swing, y esa capacidad de replicar el swing lo ayuda a conseguir resultados replicables.

Cuando se le preguntó que comparara a Álvarez con jugadores que fuesen buenos repitiendo su mecánica, Baker mencionó a varios de los sluggers que ha dirigido en las Grandes Ligas: el dominicano Moisés Alou, Derrek Lee, Ellis Burks y Barry Bonds.  

“Sin importar qué estuviese pasando, pareciera que su swing siempre estaba listo, o muy cerca, del nivel que tienen cuando están jugando todos los días”, respondió Baker.

Por bien que haya lucido Álvarez esta temporada (149 wRC+), todavía no ha mostrado su mejor versión. En poco más de 80 viajes al plato, tiene sólo tres jonrones y cuatro boletos. Álvarez ciertamente ha mostrado lo que puede hacer cuando juega a diario. A medida que se vaya asentando, la paciencia y el poder irán apareciendo.

Un Álvarez al tope de su juego sólo le dará más potencia a la ofensiva de los Astros, que ya está ubicada entre las mejores de la liga. Cuando Álvarez empiece a encontrar su ritmo, el lineup de los Astros será mucho más peligroso.

“Todavía no hemos visto lo mejor de él, porque no está sacando la pelota del parque todavía”, dijo Baker. “Usualmente, eso viene con el tiempo”.

En ese sentido, el jonrón del domingo podría ser una buena señal para Álvarez y los Astros.