La familia y el béisbol inspiran los tatuajes de Félix

16 de enero de 2016

SEATTLE - Para Félix Hernández, lo único más importante que el béisbol es su familia. El amor que el venezolano le tiene tanto a su profesión como a sus seres queridos ha inspirado los tatuajes que hacen al serpentinero una de las figuras más interesantes del deporte del bate y la bola.
Después que el as de los Marineros termina un juego, besa sus propias muñecas y señala hacia el cielo. El motivo es simple: Justo debajo de la parte interior de la muñeca derecha tiene tatuado el nombre y la fecha de nacimiento de su hija, Mía. En la muñeca izquierda lleva marcado lo mismo referente a su hijo, Jeremy.
Desde el 2008, Hernández ha ido agregando a su cuerpo imágenes y recuerdos de personas y momentos importantes en su vida, aunque no siempre se notan, dado que cuando lanza lo hace con mangas largas.
El símbolo de Aries que lleva en el lado derecho del cuello es el único de sus tatuajes visible cuando el venezolano sube a la lomita. Dicho tatuaje no es el que más ha demorado - Hernández dice que una vez se durmió durante una sesión de ocho horas - pero ha sido uno de los más dolorosos.
"Ese tardó como tres horas porque me la pasé diciendo, 'Espérate, espérate'", dice el serpentinero entre risas.
Hernández ha ido agregando diseños en los brazos, la espalda y el pecho desde que se tatuó una imaginen de manos en oración y una cruz en el brazo izquierdo en el 2008. Durante años, ha recurrido al tatuador Olmy Rosenstock, quien está basado en Oakland y cuenta con varios ligamayoristas entre sus clientes, incluyendo a Prince Fielder de los Rangers.
La mayoría de los tatuajes de Hernández han sido dibujados por artistas profesionales, aunque ha agregado algunos diseños coloridos basados en ideas de su familia. En el antebrazo derecho, por ejemplo, tiene tatuado una flor anaranjada que dibujó su hija.
La letra de su hijo y la fascinación que el pequeño tiene con los bloques Lego resultaron en el tatuaje que tienen Hernández en la espalda que dice "Legos para mi papi". Hernández también tiene tatuada una cruz en la mano izquierda, un corazón en el dedo anular de la mano izquierda y dos corazones y una flecha en la espalda para su esposa.
Son menos los recordatorios de que Hernández es pelotero, pero se han ido aumentando en el transcurso de los años. Tiene una corona con una cruz y su número, el 34, en el antebrazo derecho y un león - el rey de la jungla que representa al Rey Félix - en el antebrazo izquierdo.
En el brazo derecho, con el que ha lanzado más de 2,200 innings en Grandes Ligas, tiene la palabra "FEARLESS" (sin miedo en inglés) y cinco estrellas que representan todas menos una de sus seis selecciones al Juego de Estrellas. Hernández dijo que hay una sexta estrella en camino.
"Tengo que agregar el 2015", dijo Hernández. "Tengo que terminar algunos y hacerme otros".
Hernández dice que es probable que siga haciéndose tatuajes en el brazo derecho y el pecho y quizás otro más en el cuello. Su familia y sus convocaciones el Juego de Estrellas, seguirán siendo fuentes de inspiración, pero hay logros, como el Premio Cy Young que ganó en el 2010 y el juego perfecto que lanzó en el 2012 que tiene previsto conmemorar con un tatuaje.
Algunas cosas, dice el lanzador, mejor se quedan de recuerdo.
"Un amigo me dijo, 'Deberías hacerte un tatuaje del juego perfecto'", dijo Hernández. "Mi respuesta fue, 'Eh, no lo sé'. No creo que sea necesario".