La “Zona de Bloopers”, con los mejores de la temporada 2025

7:00 PM UTC

A medida que nos acercamos al final del año y comenzamos a recordar la increíble temporada de las Grandes Ligas, nos encontramos frente a una… quinta dimensión, más allá de lo conocido por el hombre o incluso por el anotador oficial. Esta dimensión, tan vasta como los jardines del Coors Field y tan eterna como un retraso por lluvia, se sitúa entre la analítica y la tradición, entre la verdadera habilidad de un jugador y el tipo de torpeza cotidiana que provoca derrames de café en una camisa nueva.

Ésta es la dimensión de las pifias, los errores y los “¡uyyyy!”. Es un área que llamamos La Zona de Bloopers.

Es hora de hacer la cuenta regresiva de las 13 exhibiciones de habilidad atlética más extrañas, raras y alocadas que tuvo el 2025.

Design by Mischo McKay
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Comencemos donde incluso la física normal del béisbol ya no aplica…

  1. El batazo foul-fair

¿Qué tan seguido has visto a un bateador conectar una bola por la raya --un sencillo seguro-- sólo para que la pelota gire en el último momento y se convierta en un inofensivo foul? Bueno, cuando Nico Hoerner mandó esta bola por la raya de la primera base, presumió que sería un foul. En cambio, el inicialista Tim Elko mágicamente logró que la bola se colocara en territorio bueno. El out más fácil que completará en su vida.

  1. El poste más “Pesky”

El Poste Pesky del Fenway Park – esa rareza de 302 pies – ya es único por sí solo. El sitio extraño que crea los jonrones más cortos y raros del béisbol jugó un papel importante en la temporada del 2025, ayudando a Cedanne Rafaela a conseguir el bambinazo de oro más corto de la historia.

Pero el “estacazo” de Trevor Story el 1ro de septiembre contra los Guardianes confundió a casi todos los involucrados en la jugada. El jardinero derecho de los Guardianes, el dominicano Jhonkensy Noel, persiguió la bola y le puso el guante, pero ésta chocó contra el poste de foul, golpeó su guante de nuevo, rebotó en un fanático y luego pegó en la parte superior de la barda. ¿Fue un doble? ¿Un out?

No. Fue cuadrangular.

“Estaba tratando de atrapar la bola y sentí que choqué con un niño”, dijo Noel. “La tenía en el guante. Pero cuando le di al niño fue cuando sentí que la bola se me salió del guante. ¿Qué tan difícil son esos jardines? Me molesté un poco por esa jugada, porque sé que, ‘bueno, tal vez la regla diga que es así’. Pero no creo que debiera ser un jonrón. Quizás un doble por la situación, pero no jonrón”.

  1. Va a caer una lluvia fuerte (y una pelota)

¿Perderle la vista a una bola por el sol o por las luces del estadio? Vergonzoso, claro, pero sucede. ¿Perderla la vista a la pelota en un torrente de lluvia? Un poco menos probable. Desafortunadamente, eso le pasó al camarero de los Rockies, el venezolano Thairo Estrada, en el peor momento posible: Con corredores en segunda y tercera, Max Muncy de los Dodgers dio un elevado al infield del Coors Field justo cuando empezó la lluvia.

Tras pedir la bola, Estrada la perdió entre la lluvia, dejando que cayera en el cuadro interior y -- lo peor de todo -- permitiendo que entraran dos carreras.

  1. Las pelotas siguen cayendo sobre mi cabeza

A veces, un blooper puede ser simple. Para éste, se trata de dos golpes: Primero al bate de Drew Waters y luego al cráneo de Chase Meidroth.

Quizás la mejor parte sea la mirada de confusión total antes de que Meidroth se da cuenta de lo que pasó. Es como un personaje de caricatura.

  1. “Sólo había dos outs, ¿verdad?”

Conoces esa sensación, ésa en la que acabas de cerrar la puerta del auto y te das cuenta de que las llaves se quedaron adentro; ésa en la que llegas a la oficina, abres tu maletín y recuerdas que dejaste la laptop en la mesa de la cocina. ¿Y si hubiera 30,000 personas viendo ese pequeño descuido?

Así debe haberse sentido el jardinero de los Gigantes, Jung-Hoo Lee. Durante una campaña de repunte que lo vio inspirar a su propio escuadrón de porristas, la temporada del 2025 de Lee estuvo llena de momentos destacados. Éste no fue uno de ellos.

Después de realizar una atrapada ante un batazo de Hunter Goodman de los Rockies para el segundo out del inning, Lee se dio la vuelta, lanzó la bola a las gradas y -- al notar que nadie más se movía-- se dio cuenta de que había contado mal.

  1. Tengo guante, robaré jonrones

Seguramente todo fanático del béisbol ha soñado con saltar al terreno, guante en mano, y robarle un cuadrangular a una estrella de las Mayores. ¡Simplemente no quieres hacerlo durante un evento dedicado a celebrar, ya sabes, los jonrones! Afortunadamente para Sam Musterer, el hijo de 17 años de un anotador oficial de los Bravos que estaba atrapando elevados durante el Derby de Jonrones de este verano, pudo mostrar su capacidad para saltar por la cerca y los jueces aun así dictaminaron que la línea del dominicano Junior Caminero fue un jonrón. No pasó nada malo.

“No estaba muy consciente de dónde estaba”, le dijo Musterer a The Athletic. “Pensé que la cerca era un poco más alta ahí. Simplemente estiré el brazo y la agarré”.

Eso me da una idea, sin embargo: ¿Podrían los equipos empezar a poner gente en los jardines esperando robarles bambinazos a los jugadores rivales? Podría añadir un elemento nuevo e interesante…

  1. Un poco de óxido tras el retiro

Cada día, en cada estadio de las Grandes Ligas, hay aproximadamente media docena de bolas bateadas a las gradas que los fanáticos simplemente no pueden atrapar. Todos lo hemos visto: Cuadrangulares que se salen de los guantes, fouls suaves que rebotan en dedos torpes. Pero, ¿qué pasa cuando hay un jugador de Grandes Ligas sentado allí afuera? Seguramente tienen un poco más de habilidad, ¿cierto?

¡Resulta que las estrellas son como nosotros! Después de firmar un contrato de un día para retirarse oficialmente como miembro de los Cachorros, Anthony Rizzo presenció el juego de esa tarde desde las gradas de los jardines del Wrigley Field. Estaba allí cuando el venezolano Moisés Ballesteros conectó un batazo por el bosque central para su primer cuadrangular en las Mayores, con la bola volando casi directamente hacia Rizzo. En lugar de realizar la atrapada como lo hizo durante tanto tiempo como primera base de los Cachorros, Rizzo vio cómo la pelota rebotaba en sus manos y caía entre la multitud.

“Dijo que por eso está retirado”, comentó Ian Happ. “Ya no puede atraparlas”.

  1. ¿Dan algo por puntos de estilo?

La única razón por la que esta jugada no está más arriba en la lista es que Daulton Varsho realmente la completó. Y los mejores bloopers siempre deberían ser un poco vergonzosos. En cambio, Varsho -- corriendo hacia atrás para atrapar un elevado de Jarren Durán -- logró algo que normalmente asociaríamos con trucos en YouTube.

Y por eso, se gana el sexto lugar.

“Simplemente estiré mi guante y de alguna manera entró”, dijo Varsho. “Probablemente era una probabilidad muy alta de capturarla e hice que pareciera muy difícil”.

  1. Caminar por la tabla

Nunca es una buena imagen cuando dos jardineros convergen en un mismo punto. Es peor cuando la bola se escapa entre ellos. Y cuando uno de esos patrulleros, intentando fildear dicha pelota, cae al suelo, bueno, digamos que hay una razón por la que el dominicano Alexander Canario está en esta lista.

  1. Un blooper a lo Rube Goldberg

Puedo pasar horas en YouTube viendo dispositivos de Rube Goldberg, ya sabes, esas cosas en que una canica golpea una ficha de dominó que inicia una reacción en cadena de poleas y palancas que eventualmente termina con algo como un vaso de agua siendo servido. Esto puede no ser tan excesivo, pero conserva todas las características de algo de los “Tres Chiflados”.

A saber: El receptor de los Cardenales, el panameño Iván Herrera, fue a devolver la bola al lanzador. En cambio, la pelota golpeó el bate de Nicky López, que luego rebotó en la cabeza de López, tumbándole el casco.

  1. ¡Cielos, Charlie Brown!

Si alguna vez has leído una tira cómica de “Peanuts”, lo has visto: Charlie Brown siendo derribado del montículo por una línea, con su gorra y zapatos volando por el aire. El lanzador de los Angelinos, Yusei Kikuchi, decidió hacer su mejor imitación de eso contra Sam Haggerty de los Rangers, perdiendo su gorra y su guante antes de dar una voltereta en la grama del cuadro interior.

  1. Abajo, listos, ¡ay!

Es bueno que Tarik Skubal sea un lanzador ganador del Premio Cy Young, porque no creo que muchos equipos de la NFL lo vayan a contratar por sus habilidades para tirar la pelota entre las piernas.

Cuando el dominicano Angel Martínez de los Guardianes tocó la bola contra los Tigres a finales de septiembre, Skubal corrió rápidamente para fildearla. Con un corredor veloz, Skubal no tuvo más remedio que, de espaldas la inicial, pasar la pelota entre sus piernas. Sin medir su propia fuerza, Skubal envió la bola rodando por la raya de la inicial hacia territorio de foul.

  1. ¿Supongo que es una especie de truco de la bola escondida?

Y aquí lo tenemos, el blooper Nro. 1 de la temporada. Siempre hay tensión cuando los Yankees y los Mets se enfrentan cada verano, y los jugadores tienen que dar lo mejor de sí. Esta vez, el infielder dominicano de los Mets, Ronny Mauricio, puede que haya estado pasado de revoluciones.

Después de fildear el roletazo de Brandon Nimmo, Jazz Chisholm lanzó a segunda esperando completar un out 5-4 para terminar el inning. En cambio, su tiro fue alto, obligando al camarero D.J. LeMahieu a dar un salto. Mauricio pensó que la bola se había escapado y se levantó para avanzar a la tercera base, pero lo único que consiguió fue correr directamente hacia el guante de LeMahieu.