Las mejores firmas de abridores agentes libres en la historia

13 de enero de 2024

Los enormes contratos en la agencia libre normalmente son otorgados a los bateadores, desde que los Yankees firmaron a Reggie Jackson por cinco años y US$3 millones después de la campaña de 1976 -- en ese momento parecía que George Steinbrenner no sólo le había dado todo ese dinero a Reggie, sino que también le había dado edificios en Nueva York.

Pero ahora parece que cada año los lanzadores son los principales blancos -- y los mayores riesgos. Los Dodgers le acaban de otorgar a Yoshinobu Yamamoto un contrato de US$325 millones, y ahora estamos a la espera de dónde terminarán Blake Snell, quien ya tiene dos Premios Cy Young, y Jordan Montgomery, quien ayudó a los Rangers a conquistar la Serie Mundial.

Debido a que la mayoría del debate en todo el béisbol ahora mismo es sobre los que todavía están disponibles, decidimos hacer una lista de las Mejores 10 firmas de abridores agentes libres.

1. Randy Johnson, D-backs

Cuatro años, US$52 millones antes de la temporada de 1999

El zurdo ya tenía 35 años cuando firmó con Arizona. Lo que Johnson hizo por las Serpientes fue lanzar como Sandy Koufax durante sus primeros cuatro años en el desierto. Ganó cuatro Premios Cy Young consecutivos, tuvo foja de 81-27, guio al equipo a su único título de Serie Mundial en el 2001 contra los Yankees. En ese Clásico de Otoño simplemente ganó el Juego 6 como abridor y lanzó como relevista en el Juego 7. Definitivamente es la vara con la que se medirán a los demás.

2. Greg Maddux, Bravos

Cinco años, US$28 millones antes de la temporada de 1993

Atlanta firmó a Maddux después de la campaña de 1992, cuando ganó su primer Premio Cy Young. En las siguientes 11 temporadas, Maddux consiguió 194 victorias por Atlanta y otros cuatro Cy Young. Los Bravos disputaron tres Series Mundiales, ganando una con Maddux en sus filas.

3. Nolan Ryan, Astros

Cuatro años, US$4.5 millones antes de la temporada de 1980

Ryan dejó a los Angelinos para firmar con los Astros en 1980. En la década de los 80, abrió pasó ponchando a todos, rompió el récord de abanicados que había fijado Walter Johnson y ayudó a Houston a clasificar a las primeras dos postemporadas en la historia del equipo. También lanzó el quinto de los siete no-hitters (récord de MLB) en su carrera. En su última temporada con Houston (1988), a los 41 años, lanzó 220 innings y ponchó a 228 bateadores.

4. CC Sabathia, Yankees

Siete años, US$161 millones antes de la temporada del 2009

El zurdo llegó a Nueva York en el 2009 e inmediatamente ayudó a los Bombarderos a conquistar la que ha sido la última Serie Mundial del equipo desde el 2000. Consiguió marca de 134-88 como miembro de los Yankees. Incluso en el 2017, cuando era evidente que no tenía el nivel de los años anteriores, tuvo foja de 14-5, y el dirigente Joe Girardi le dio la bola para el Juego 7 de la SCLA contra los Astros.

5. Max Scherzer, Nacionales

Siete años, US$210 millones antes de la temporada del 2015

Fue otro serpentinero que demostró que se puede invertir en grande en un abridor de más de 30 años. Scherzer dejó a los Tigres, donde ganó el Premio Cy Young del 2013, y fue mucho mejor en Washington. Resultó ganando otros dos Cy Young por los capitalinos antes de que fuera enviado a los Dodgers, y fue el abridor del Juego 7 para ayudar a los Nacionales a conquistar su única Serie Mundial.

6. Gerrit Cole, Yankees

Nueve años, US$324 millones antes de la temporada del 2020

Cole ha superado todas las expectativas tras su partida de los Astros para integrarse a los Bombarderos. Lleva marca de 51-23 con Nueva York, ha realizado 30 o más aperturas en cada una de sus campañas completas con el conjunto del Bronx, ha abanicado a 816 bateadores en 663 innings, y acaba de ganar su primer Premio Cy Young. Ningún serpentinero en el béisbol es más valioso.

7. Roger Clemens, Azulejos

Cuatro años, US$40 millones antes de la temporada de 1997

Otro miembro del club de los 300 triunfos en esta lista, y otro que fue un agente libre más de una vez. El Cohete no pasó tanto tiempo en Toronto tras su salida de los Medias Rojas, pero no hubo duda de que fue una gran inversión mientras estuvo en el conjunto canadiense: marca de 41-13, dos Premios Cy Young seguidos.

8. Mike Mussina, Yankees

Seis años, US$88 millones antes de la temporada del 2001

Los Yankees firmaron a Mussina por seis años después de dejar a los Orioles, y estuvo tan excelente al final de dicho acuerdo que renovó por otras dos campañas. Tuvo marca de 123-72 con los Yankees, consiguió 20 victorias con los Bombarderos en su última temporada a los 39 años y fue inmortalizado en el Salón de la Fama en el 2019.

9. David Cone, Yankees

Tres años, US$19.5 millones antes de la temporada de 1996

Los Bombarderos renovaron con Cone cuando se convirtió en agente libre después de la campaña de 1995. Incluso con una dolencia en el hombro derecho en 1996, volvió en septiembre y fue el abridor contra los Bravos en el Juego 3 de la Serie Mundial en Atlanta cuando Nueva York estaba abajo 0-2. En 1998, tuvo marca de 20-7 por ese potente equipo. Tampoco nos podemos olvidar de su juego perfecto en 1999.

10. Jon Lester, Cachorros

Seis años, US$155 millones antes de la temporada del 2015

Esto es lo principal que se debe saber de la estadía de Lester en el Norte de Chicago: Fue el abridor y se apuntó la victoria en el Juego 5 del Clásico de Otoño del 2016, cuando estaban abajo 1-3 contra Cleveland y al borde de perder la oportunidad de conquistar el primer título de la franquicia en 108 años. Ningún otro serpentinero de los Cachorros enfrentó tanta presión. Lester lanzó seis episodios en dicho encuentro, concediendo cuatro imparables y dos carreras merecidas con cinco ponches. Ya conocíamos la tenacidad de Lester luego de que superara un cáncer. Eso también se notó durante su presentación en el Wrigley Field.

Mención honorífica: Catfish Hunter fue el primer abridor agente libre hace 50 años. Probablemente también pertenece en esta lista.

Ahora debemos ver cuál abridor marcará la diferencia esta vez. El pitcheo abridor siempre es una gran apuesta, pero mayor podría ser la recompensa.