Lindor asume cierta culpa en desplome Mets

24 de septiembre de 2021

Esta semana en Boston, el torpedero de los Mets, a Francisco Lindor, se le preguntó cuánta culpa él debe asumir por el desplome del equipo de Nueva York en la segunda mitad de la temporada. El puertorriqueño pausó por un momento para ponderar la pregunta.

“Me pongo mucha”, dijo Lindor. “Sí, me pongo mucha a mí mismo”.

Lindor no es para nada el único motivo del porqué los Mets, un equipo que pasó 90 días consecutivos en el primer lugar del Este de la Liga Nacional, ahora enfrenta la eliminación oficial de la lucha por la postemporada.

El miércoles, la derrota de Nueva York ante los Medias Rojas reforzó esa idea. Taijuan Walker vio su efectividad empeorar a 7.74, los Mets cometieron varios errores y hubo otras fallas. Pero Lindor entiende su culpabilidad en parte por sus propios números y en parte por las expectativas de su contrato de US$341 millones.

“Pensaba que teníamos muy buen equipo llegando a esta temporada”, dijo Lindor. “Hemos colapsado y yo no he rendido, en particular. Sé que si hubiera jugado un poco mejor, pudimos haber ganado por lo menos cinco o siete juegos más, lo cual significa que estaríamos luchando por el primer lugar ahora”.

Los Mets llegaron al viernes con marca de 73-79 faltando 10 partidos en la campaña.

No tenía que ser así. Llegando al 2021, los Mets pensaban que podían dar de qué hablar con un roster que incluía al dos veces ganador del Premio Cy Young, Jacob deGrom, más un grupo talentoso de jugadores desarrollados “en casa” y luego Lindor.

Lo que no anticipaban los Mets eran los abucheos. A partir del 2 de junio, Lindor bateaba .194 y escuchaba las quejas de los fanáticos en el Citi Field. Al principio de la campaña, el boricua tuvo que esconder una pelea con Jeff McNeil diciendo que la discusión se trataba sobre la identidad sobre un roedor. También habló de su deseo de que la afición le abucheara menos. Y luego, tras volver en agosto, tuvo que pedir disculpas públicas luego de los gestos del pulgar hacia abajo como forma de “abuchear” los propios fans en Queens.

Lindor sí ha mejorado al bate. En sus últimos 18 partidos, lleva una línea de .307/.418/.631 con seis jonrones, 15 empoujadas, 13 bases por bolas y 16 ponches.

“Me siento mejor en el plato”, dijo Lindor. “En realidad, no he revisado los números. Me siento bien. Siento que estoy ayudando al equipo, sea un turno de calidad y empujar carreras—lo que no hice los primeros dos o tres meses del año.

“Vine aquí para ganar”, continuó Lindor. “(Apesta) que no estemos en posición (de estar en el primer lugar). Eso (apesta), claro. Pero creo que nos queda algo de lucha”.