Lo que aprendimos del triunfo de Bravos

4 de octubre de 2020

ATLANTA – Dos juegos de postemporada no revelan más allá de que lo que se aprendió durante los 60 juegos de campaña regular que los antecedió. Pero al barrer a los Rojos en su Serie del Comodín de la Liga Nacional, los Bravos nos dieron una mejor idea de cómo podría evolucionar el resto del mes.

El martes, la novena de Atlanta iniciará su Serie del Comodín de la Nacional contra los Marlins en el Minute Maid Park de Houston. Dado que Atlanta tiene un mejor sembrado, será el equipo de casa para los Juegos 1, 2 y 5 (de ser necesario) en la serie al mejor de cinco partidos.

A continuación, un vistazo a lo que aprendimos de los Bravos durante la Serie del Comodín:

Quizás cuentan siempre con abridores de lujo
Dado que los abridores de los Bravos trabajaron menos de cinco entradas en 61.7% de sus juegos de temporada regular, las preocupaciones sobre la rotación del equipo eran reales. Pero Max Fried e Ian Anderson callaron a los detractores al combinarse para lanzar 13 de los 22.0 innings en blanco – un récord – ante los Rojos.

La SDLN al mejor de cinco juegos representará un reto mayor, especialmente cuando se toma en cuenta que se disputará en un tramo de cinco días. Pero la falta de profundidad en la rotación podría ser irrelevante si Fried y Anderson logran extender el éxito que tuvieron en sus primeras salidas de postemporada.

Sí, los Bravos necesitan una apertura sólida de Kyle Wright o de un grupo de relevistas en un juego de bullpen para ganar esta serie. Pero Fried permitió seis hits en siete innings en blanco en el Juego 1 contra Trevor Bauer, quien se perfila como candidato al Premio Cy Young, y puso el tono que siguió Anderson al permitir apenas dos imparables en seis entradas en blanco.

Con apenas siete aperturas a su nombre, es demasiado pronto para saber qué le aguarda el futuro a Anderson. Pero las agallas que demostró el jueves hizo recordar lo que lograron Steve Avery y Tom Glavine cuando pasaron a ser abridores sin experiencia a leyendas de postemporada en Atlanta.

El bullpen es legítimo
Aún con lo bueno que fueron los abridores, el bullpen de los Bravos fue igual de impresionante. Los relevistas del club permitieron solamente cinco hits en nueve entradas contra los Rojos. De su parte, Will Smith ponchó a cinco de los siete bateadores que enfrentó en 2.1 entradas de labor.

Smith limitó a los bateadores contrarios a un promedio de .190 durante la temporada regular. Pero siete de los 11 imparables que cedió fueron cuadrangulares. Si ha dejado dichas frustraciones en el pasado, los Bravos quizás realmente tengan el mejor bullpen de Grandes Ligas.

El poder es la gran arma
Esto no fue precisamente algo que aprendimos. Más bien, los Bravos nos recordaron lo valiosos que pueden ser los bateadores de poder en la postemporada. Los Bravos no conectaron jonrón alguno en los primeros 20 innings de la Serie del Comodín de la Nacional, lo cual también nos recordó que en octubre el buen pitcheo suele superar el buen bateo.

Pero cuando el dominicano Marcell Ozuna y Adam Duvall conectaron jonrones de dos carreras cada uno contra el cerrador de los Rojos, el cubano Raisel Iglesias, en el octavo inning del Juego 2, los Bravos nos recordaron que su ofensiva no es del montón. Estamos hablando de un conjunto que se voló la cerca cada 20.14 turnos al bate durante la temporada regular.