Lo que más disfruta Showalter del béisbol

8 de enero de 2022

Buck Showalter está de regreso al béisbol, de vuelta a Nueva York, ahora con los Mets. Ya dirigió en la Gran Manzana, cuando tomó las riendas de los Yankees hace 30 años, en 1992. La última vez que fue manager en las Mayores fue en el 2018 con los Orioles. Luego, trabajó en televisión, tanto con MLB Network como con YES.

Así fueron sus tres años sin equipo de béisbol. Le hice varias preguntas sobres las cosas que más extrañó sobre la vida como manager, que comenzó cuando tenía 35 años, cuando junto al gerente general Stick Michael, comenzó a hacer que los Yankees volvieran a ser relevantes.

1. “Habrá varias cosas en esta lista sobre los campamentos y puede que algunas de ellas suenen un poco cursis. Pero no para mí. Extrañé el comienzo de los campamentos. Incluso me hizo falta el olor del césped recién cortado por la mañana. Vaya, amo los Entrenamientos Primaverales”.

2. “Extrañe esos primeros 10 juegos de los campamentos. En esos momentos todo es positivo. No hay recortes en el roster ni nada de eso cerca. Todo está nuevo. Te lo digo, esos primeros 10 juegos son especiales”.

3. “Siempre he esperado con ansias la primera reunión del equipo. No veo la hora de la de este año en particular. Le puedes preguntar a quien sea que haya estado a mi alrededor durante el par de horas previas a dicha reunión. Organizo mis ideas, porque es importante hacer llegar bien el mensaje”.

4. “Esta es un tanto divertida, pero siempre ansío ver a los jugadores de primer año”.

Luego se sonrió.

5. “Mira, extrañé los ejercicios de los campamentos. Es uno de esos momentos en el que los chicos comienzan a entender las cosas”.

6. “¿Algo más que haya extrañado? El primer vaso de café negro en la mañana de los campamentos, y luego salir con la taza por un minuto y sentir el sol pegándote en la cara”.

7. “Extrañé ver la cueva tomando forma, en la primavera o en la temporada regular... soy el primero siempre ahí, ya estoy en mi oficina cuando van llegando los jugadores. Pero me gusta ver cómo se va llenando la cueva, mientras los chicos se van preparando. Ver lo que comienza a pasar en el cuarto de pesas. Ver cómo la dinámica va tomando forma”.

8. “Extrañé ser parte de un equipo más que nada. No estoy diciendo que no fui parte de uno en la televisión. Pero un conjunto de béisbol es diferente. Es especial. Me encanta trabajar junto al gerente general y ayudar a armar todas las piezas. No sólo el equipo, sino también el cuerpo de coaches”.

9. “Incluso me vi extrañando mi intercambio con la prensa. Entendiendo lo que necesitan, esperando que ambas partes comprendan que no se trata de un duelo para ver quién gana. Si vas a dirigir en las Mayores, especialmente en Nueva York, en donde las pequeñas cosas se transforman en grandes, más te vale entender que necesitas ser bueno en ello”.

10. “Extraño el murmullo. Una vez saltas al terreno y el público comienza a llenar el estadio. Extraño ese sonido”.

11. “Extraño las miradas que se intercambian entre coaches y jugadores cuando se ejecuta algo; una jugada, una atrapada. Las mejores emocionen se transmiten a veces sin palabras”.

12. “Esos dos minutos tras un triunfo. Extrañé eso mucho. Eso es lo que percibes tras el último estrechón de manos. Regresas dentro, vas a tu oficina y empiezas a pensar en el siguiente día”.

13. “Los reportes de liga menor también merecen un espacio en la lista. Leerlo y saber cómo le está yendo a la gente, dándote un sentido de la organización en general. Un prospecto dio tres hits, el chico hizo buenas jugadas; todo eso está en el informe. Es otra parte de nuestra rutina”.

14. “Las largas noches y viajes en avión. No duermo bien en los aviones. Estudiando el próximo equipo, la próxima ciudad, el siguiente juego. Cambiando la página. Pensar en la siguiente serie y los próximos retos. Cerrarle la puerta a la serie que acabas de jugar”.

15. “Vaya, extraño esos juegos de día. Hay ciertos aspectos de los encuentros por la tarde, con ese sol de béisbol pegándote en la cara”.

16. “Los entrenamientos previos al Día Inaugural siempre son especiales. Lo logramos, llegamos a la temporada. Es la calma antes de la tormenta, pero sin ningún juego pautado. Todos sonríen. Todo está por delante. Todo está bien en el mundo”.

17. “El día previo a la postemporada es aun mejor. Recuerdo la primera vez que el Sr. Steinbrenner nos elogió antes del Juego 1 en 1995, antes de enfrentar a los Marineros. Me dio una palmada en la espalda y dijo: ‘Buen trabajo, chico’”.

18. “Más que nada, extrañé todo el proceso de ser parte de la conformación de un equipo ganador. Una cultura ganadora. Ser parte de algo como esto de ahora con los Mets”.

Luego se detuvo.

“¿Es suficiente?”, dijo.

“Más que suficiente”, le respondí.

“Vaya, este es un gran juego”, señaló Buck Showalter.