BOSTON – Cuando los Medias Rojas dejaron el Fenway Park el Día del Padre para iniciar una gira de tres ciudades por la Costa Oeste, venían en ascenso tras barrer a los Yankees en tres juegos y extender su racha ganadora a cinco triunfos.
Pero todo cambió antes del despegue en el Aeropuerto Logan de Boston, cuando el dominicano Rafael Devers fue cambiado a los Gigantes.
Aunque comenzaron la gira con marca de 3-1, lo que hacía pensar que los Patirrojos podían seguir volando alto incluso sin su mejor bateador, el resto del viaje fue en declive y el club regresó al Este la noche del miércoles en medio de una seguidilla de cinco derrotas.
Con un oportuno día libre el jueves para reagruparse, los Medias Rojas regresan al Fenway en una situación opuesta a la de su partida: Con una racha negativa de cinco partidos.
En un punto crítico de la temporada, aquí presentamos algunas formas en que el equipo del piloto puertorriqueño Alex Cora, con marca de 40-42, puede tratar de encaminarse antes de que sea demasiado tarde.
Ofensiva de alguien — cualquiera
Claro, Devers es un bateador especial. Pero nadie pudo prever que la ofensiva se apagaría de forma tan dramática tras su salida.
En los 73 encuentros previos al canje, los Medias Rojas promediaban 4.84 carreras por juego, con una línea de .253/.328/.422, una tasa del 23.8% de ponches y del 8.9% de bases por bolas.
En los nueve partidos posteriores, la ofensiva de Boston sólo ha generado 3.11 anotaciones por compromiso, con línea de .188/.251/.322, 28.4% de ponches y 6.9% de boletos.
El OPS de .573 que han registrado desde el cambio del toletero zurdo es el peor de Grandes Ligas, al igual que la tasa de ponches.
La forma más rápida de arreglar la ofensiva sería que el mexicano-americano Jarren Durán recuperara su nivel. En el viaje, Durán se fue de 35-6, con OPS de .194 y sin impulsadas.
Por su velocidad y habilidad atlética, Durán ha sido muchas veces el catalizador de Boston en las últimas temporadas. Si logra reencontrarse con su juego, podría liberar a otros en la alineación.
Impulso de los jóvenes
Aunque es mucho pedirles a un joven de 21 años y otro de 22 que sean los salvadores en un mercado como Boston, una buena racha de Roman Anthony (el prospecto Nro. 1 de MLB Pipeline) y/o del mexicano-americano Marcelo Mayer (8vo en el Top 100 de Pipeline) podría inyectar energía.
Mayer, en particular, ha dado muestras de estar listo en el plato. El martes tuvo el mejor partido de su corta carrera con un sencillo, un doble y un triple en una derrota en 10 entradas.
Anthony (.114, un cuadrangular, cinco impulsadas) apenas suma 44 turnos al bate en su carrera y aún busca su primer juego de múltiples hits. Sin embargo, ha hecho buen contacto en varias ocasiones sin recompensa.
“Se nota que aprende rápido”, dijo Cora. “Entiende lo que el lanzador quiere hacer con él. Los resultados aún no están, pero todo lo que tomamos en cuenta y estudiamos, o la información que reunimos, nos indica que va a estar bien.
“Así es el béisbol, ¿no? En algún momento esto va a cambiar y la gente no hablará del promedio ni nada de eso; hablarán del bateador. Y lo que vemos es eso, el bateador. Y sus turnos han sido muy buenos”.
Buehler … Buehler … Buehler
Walker Buehler, quien firmó por un año y US$21.05 millones, se proyectaba como el segundo o tercer abridor de Cora, detrás del as Garrett Crochet.
Hasta ahora, ha sido posiblemente la mayor decepción del equipo, con efectividad de 6.29 en 13 aperturas. Aún tiene las herramientas para revertirlo, pero su falta de comando ha sido un gran problema, tanto en boletos como en la incapacidad para finalizar turnos con dos strikes.
En sus dos aperturas durante la gira, Buehler permitió 11 hits, 13 carreras y 11 bases por bolas en apenas 7.1 episodios.
“Es vergonzoso”, lamentó Buehler. “No es quien quiero ser como jugador. Prefiero que me den duro que regalar boletos. Y de alguna manera, este año he hecho todo lo negativo que se puede hacer”.
La activación de Hicks
Los Medias Rojas pronto verán frutos del cambio por Devers, cuando el relevista derecho Jordan Hicks sea activado en los próximos días.
Hicks, quien venía lidiando con una inflamación en un dedo del pie derecho, tiene programada una segunda salida de rehabilitación en ligas menores este viernes. Con Justin Slaten fuera de manera indefinida, Hicks podría representar una adición clave para un bullpen necesitado de brazos eficaces en situaciones de alta presión.