En promedio de bateo, está Arráez… y los demás bien lejos

Terminó abril primero en promedio (.438), 86 puntos sobre el 2do lugar en la L.N.

1 de mayo de 2023

¿Cuán impresionante fue lo que hizo el venezolano Luis Arráez en el primer mes de la temporada 2023?

Arráez terminó abril liderando a las Grandes Ligas con un promedio de bateo de .438. Se trata de la mejor marca finalizado dicho mes entre jugadores que calificaron al título de bateo desde que Barry Bonds bateara .472 en el primer mes del 2004.

Y aunque suene contradictorio, posiblemente ese alto average no sea lo más llamativo de la campaña del segunda base de los Marlins. O, al menos, quizás no es la mejor forma de poner en su justo contexto lo que está haciendo el hábil toletero zurdo.

Arráez, quien también marcha puntero en ambos circuitos en OBP (.500) y en hits (colíder, 38) y ha jugado una sólida defensiva en la segunda base, no sólo es el único jugador en las Mayores que está ligando para .400 en el 2023. El bateador zurdo le dio la bienvenida a mayo con una diferencia de 86 puntos sobre su más cercano perseguidor en la carrera por el título de bateo de la L.N., el también venezolano Ronald Acuña Jr. (.352) de los Bravos.

Según el Elias Sports Bureau, esa brecha de 86 puntos entre Arráez y Acuña es la más grande a altas alturas de la temporada (disputada la jornada del 30 de abril) desde 1959, cuando nada menos que Hank Aaron encabezaba al Viejo Circuito con una marca de .538, 122 puntos más que su compañero de equipo en los Bravos de Milwaukee, Bill Bruton (.386).

Y hay más. Esta ventaja en promedio de bateo que tiene Arráez no sólo es la más pronunciada desde 1959 para este punto del calendario, también es la única superior a 65 puntos con respecto al segundo lugar vista en las Grandes Ligas en ese lapso.

Volviendo a Bonds en el 2004, al comenzar la jornada del 1ro de mayo de aquel año, Paul Lo Duca (.416) de los Dodgers y Sean Casey (.414) de los Rojos también estaban sobre el potro de los .400 en el Viejo Circuito. En la Liga Americana, Lew Ford (.419) y el dominicano Ronnie Belliard (.417) eran los otros dos nombres que se encontraban por esas alturas.

Bonds evidentemente estaba en otro nivel, y en ese mes también dio cinco dobles, 10 jonrones y puso un OBP de .696. Nadie está planteando una comparación con Arráez en términos de producción. Pero es un hecho que fue uno de cinco jugadores que batearon .400 o más aquel abril del 2004. Arráez, por su parte, es uno de sólo cinco peloteros de Grandes Ligas que ligaron para .400 o más en sus primeros 25 juegos de una campaña desde el 2017, junto a Ryan Zimmerman (2017), Cody Bellinger (2019), Charlie Blackmon (2020) y Mike Trout (2021). Cinco en siete temporadas. Entre 1998 y 2004 -- otro trecho de siete años -- ocurrió en 16 ocasiones.

En esa campaña del 2004, por ejemplo, el promedio de bateo colectivo de las Grandes Ligas fue de .266, 20 puntos más que el registro de .246 que se ha visto en MLB en el 2023. Sería el noveno más bajo en la historia de la Gran Carpa desde 1920 de terminar así.

En medio de este ambiente de dominio abrumador del pitcheo, el vigente campeón bate de la Liga Americana llegó a Liga Nacional a hacer lo que mejor sabe, dar hits y más hits. En una época de sequía ofensiva como pocas otras en la historia del juego, los pitchers no encontraron como cerrar “La Regadera” en abril.