Manny Machado y Yasiel Puig fueron protagonistas de momentos determinantes para L.A. en el Juego 7

21 de octubre de 2018

MILWAUKEE - En su victoria por 5-1 de los Dodgers sobre los Cerveceros el sábado en el Juego 7 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, hubo varios momentos que pudieron haber inclinado el balance del partido de un lado u otro.
Manny Machado, el mayor "villano" de la serie ante los ojos de la fanaticada de Milwaukee, fue el primero en hacer una jugada de impacto en el segundo episodio con Los Angeles abajo 1-0. Reaccionando con cuenta máxima ante un quick pitch, un movimiento rápido del lanzador venezolano Jhoulys Chacín para hacer su pitcheo, Machado tuvo los reflejos para cuadrarse a tocar y hacer contacto, llegando a la primera base en menos de cuatro segundos para lograr el hit dentro del cuadro.
Acto seguido, , el Jugador Más Valioso de la serie, conectó un largo jonrón que les dio una ventaja de 2-1 a los azules. De ahí en adelante, los Dodgers tendrían control del juego.
"Fue increíble cómo pudo hacer el toque y cómo pudo pensar en eso", dijo Bellinger. "Definitivamente, cambió el rumbo del partido cuando vimos eso". 

Machado, abucheado toda la noche por un público que le decía que "apestaba", parecía hacer un par de gestos inapropiados en la primera base tras el toque y en otros momentos del juego. Pero en medio de la celebración de la victoria, el infielder tuvo pocas palabras al tocar el tema.
"Lo único que escuché fue, 'Manny apesta'", comentó Machado, quien se fue de 4-2 el sábado con una anotada. "Jugamos béisbol. Salimos a disfrutar todo y dejarlo todo en el terreno. Fue un juego crucial, de vida o muerte, así que tratábamos de dejarlo todo en el terreno".
Otro héroe fue el jardinero izquierdo Chris Taylor. Con el partido aún 2-1 en el cierre del quinto inning, dos outs y en segunda, le conectó un largo batazo hacia el jardín izquierdo al mexicano Julio César Urías. Parecía que la bola iba a picar cerca de la pared y que el partido estaba destinado a empatarse, pero Taylor hizo una atrapada espectacular para darle fin a la entrada y mantener a Los Angeles con la ventaja.
"Eso fue (el momento determinante)", afirmó el manager de los Dodgers, Dave Roberts, quien llevará a sus pupilos al Clásico de Otoño por segundo año consecutivo, ahora contra los Medias Rojas. "Yo pensaba que el juego ya iba a empatarse. Si se empataba, el impulso cambiaba. Pero fue una jugada determinante en ese momento".
Inmediatamente después de eso, los Dodgers se encargaron de hundir a los Cerveceros. En el sexto, con un out y dos a bordo, Bellinger conectó un rodado a segunda que pudo haberle puesto fin a la sexta entrada de Los Angeles. Pero el jardinero corrió fuerte y llegó quieto a la primera, lo cual le abrió paso a un jonrón de tres carreras del cubano que completó la ofensiva de ambos equipos.

Para Puig, quien se fue de 4-3 con esas tres impulsadas el sábado, fue su primer bambinazo de estos playoffs y su cuarta de por vida en postemporada. Ahora el oriundo de Cienfuegos es el tercer cubano en la historia de Grandes Ligas con cuadrangular en un Juego 7 de una serie de postemporada, uniéndose a Tany Pérez (Serie Mundial de 1975 con los Rojos) y Dagoberto Campaneris (Serie Mundial de 1973 con los Atléticos). De paso, Puig subió al cuarto lugar de todos los tiempos en los Dodgers con 46 hits de por vida en postemporada, empatado con Pee Wee Reese.
Gracias a Machado, Bellinger, Puig, el abridor (4.2 entradas de una sola carrera) y un bullpen que volvió a brillar con 4.1 capítulos en blanco, los Dodgers superaron otro obstáculo para volver a la gran final de las Grandes Ligas.
"Estoy orgulloso de nuestros muchachos por sobrevivir esta montaña rusa de temporada", manifestó Roberts. "Mucha gente tuvo parte en esto. Dice mucho sobre nuestro enfoque el hecho de poder continuar dependiendo uno del otro y seguir firme por el camino indicado.
"Estoy orgulloso de la organización y ya quiero que nos demos la oportunidad de llevar un campeonato a Los Angeles".