Dubón con Honduras siempre presente

25 de noviembre de 2020

El hondureño Mauricio Dubón lleva el Nro. 1 en la espalda de su camisa de los Gigantes, un tributo a su improbable camino hasta las Grandes Ligas. Cuando el jardinero/infielder debutó con los Cerveceros en el 2019, se convirtió en el primer beisbolista nacido y criado en Honduras en jugar en las Mayores.

Dubón se mudó a los Estados Unidos a los 15 años aprovechando un programa de intercambio de estudiantes en búsqueda de su sueño de ser pelotero profesional, pero sigue teniendo firmes raíces en Honduras. Regresa a su país natal durante cada temporada muerta para visitar a familiares y amigos, además de ayudar a su comunidad, una misión que sintió más importante que nunca luego de que dos huracanes – Era y Iota – devastaran a Honduras uno detrás del otro este mes.

Dubón voló a su ciudad natal, San Pedro Sula, el día antes de que el Huracán Eta tocase tierra el 3 de noviembre y fue testigo de las torrenciales lluvias que la tormenta de Categoría 4 azotó contra Honduras, el país centroamericano con una población de más de nueve millones de habitantes que ya estaba enfrentando altos niveles de pobreza y desigualdad. El daño causado por los desastres naturales, junto a la actual pandemia de COVID-19, creó una crisis humanitaria, por lo que Dubón decidió apersonarse y dar una mano a los necesitados.

“Sabíamos que iba a ser algo malo”, dijo Dubón en una entrevista telefónica. “Vimos que nadie estaba ayudando, y luego decidimos que teníamos que hacer algo. Los hondureños tienen un dicho: El pueblo salva al pueblo. Las autoridades no están haciendo nada, y la cosa está bien fea, así que decidimos resolver nosotros”.

Dubón organizó una campaña en GoFundMe para recaudar dinero y poder ayudar a las víctimas en Honduras, utilizando los fondos para comprar artículos básicos como alimentos no perecederos, agua en botellas, productos de higiene personal, ropas y máscaras. Él y su esposa, Nancy, con quien se casó el sábado, compran las cosas y las entregan personalmente en refugios y vecindarios afectados por las tormentas.

Dubón dijo que también esperaba comprar colchones, camas y refrigeradores para familias que perdieron sus hogares en las inundaciones. Ha recaudado más de US$19,000 hasta la fecha. El presidente del departamento de operaciones de béisbol de los Gigantes, Farhan Zaidi, el manager Gabe Kapler y otros jugadores de los Gigantes han hecho donaciones.

Dubón no está buscando publicidad, pero su nombre y nueva fama han hecho complicado pasar por debajo de la mesa.

“Odio tomarme fotos en esos momentos”, dijo Dubón. “Es divertido, porque cuando estaba haciendo eso y salía a comprar, trataba de pasar de incógnito y luego alguien me reconocía porque tengo un tatuaje en la pierna. Alguien me reconoció y se tomó una foto. Es como TMZ, pero en Honduras. Se volvió viral aquí, y luego la gente empezó a darse cuenta de que yo estaba ayudando. Se regó la voz y luego todo el mundo empezó a tratar de ayudar”.

Ayudar a los demás no es nada nuevo para Dubón, que también ha participado en torneos caritativos de softball en San Pedro Sula para recaudar fondos para la lucha contra el cáncer infantil. El pasado invierno, en el evento se recaudaron US$15,000, tras haber reunido sólo US$200 la primera vez que se realizó.

El torneo no se llevará a cabo este año debido a la pandemia, pero Dubón sigue comprometido en usar su plataforma para ayudar a su país y promocionar el deporte que tanto adora. Se ha convertido en un embajador del béisbol en Honduras, una tierra mejor conocida por producir futbolistas que beisbolistas, y regularmente dona implementos para hacer el deporte más accesible para los niños.

Dubón espera que su éxito no sólo ayude a inspirar a otros niños para que jueguen béisbol, sino también ayudar a desarrollar la infraestructura necesaria para apoyar a la nueva ola de talento hondureño.

“Es importante porque no teníamos a nadie de aquí”, dijo Dubón. “Así que, para mí, ser esa persona y ese modelo a seguir, es realmente importante, porque no quieres ser el único. Quieres que venga más gente de aquí y tenga el mismo éxito que estoy teniendo yo ahora. Poder decirles que vengo del mismo lugar que estos muchachos, es bien especial. Sólo quiero transmitirles esa energía positiva y decirles, ‘Miren, si yo puedo hacerlo, ustedes también pueden’”.