Yunesky Maya amplía su legado en el béisbol invernal de la República Dominicana

27 de enero de 2019

El lanzador cubano engrandeció su legado como beisbolista durante el presente invierno. Luego de una cirugía Tommy John realizada en el 2016, muchos pensaron que la carrera del derecho estaba terminada.
Sin embargo, hace dos días, Maya se convirtió en el primer extranjero en la historia de la Liga Invernal Dominicana con tres campeonatos en equipos diferentes, según datos del ex pelotero William Arcaya. Su aporte de dos victorias en la Serie Final ante los Toros del Este guio el regreso de las Estrellas Orientales a su primer título luego de 51 años de dolorosa espera. Este triunfo del "Guerrero" Maya, quien se coronó además con los Tigres del Licey (2013-2014) y Águilas Cibaeñas (2017-2018), se hizo a golpe de trabajo constante y sacrificio. 
"Más que nada se debe al trabajo duro que realicé en el Tamiami Park", dijo Maya a Las Mayores. 
Entre los meses de abril y agosto, el cubano, junto a otros muchachos, cumplió una base de entrenamientos en su residencia de Miami enfrentándose lo mismo al sol que a la lluvia. Su brazo se fue fortaleciendo y ahora siente que puede exigirle mucho más. 
"Gracias a Dios mi brazo está respondiendo. No siento dolor y puedo exprimirlo". 
En la fase regular del campeonato Maya lideró al grup de lanzadores de las Águilas Cibaeñas con 2-1, 3.40 de efectividad. La tropa aguilucha no se clasificó para el Round Robin y así el "Guerrero" resultó elegido en el Draft de importados por las Estrellas Orientales. Pese al descalabro de las Águilas, Maya resultó elegido el Lanzador del Año de la organización.
 
El dos veces Lanzador del Año en la República Dominicana (2010 y 2015) comenzó a contar con el apoyo ofensivo siempre necesario y en 32.2 entradas por las Estrellas sólo permitió cuatro carreras limpias para un brillante promedio de 1.11.
"Hubo una mezcla especial en el conjunto. Hicimos una gran familia". 
Los también cubanos , Yasmany Tomás y Néstor Cortés, junto a los demás extranjeros, se unieron con los nativos y formaron un equipo casi imposible de vencer. 
La combinación de Maya con la República Dominicana es mágica. Desde que lanza en Quisqueya, viaje que comenzó en el 2010 con los Leones del Escogido, nunca ha tenido una campaña desfavorable. 
"Esta es mi segunda casa, es el lenguaje, el sentimiento de la cercanía con Cuba. En mi corazón siento que todos confían en mí y por eso trabajo para darle estas victorias al pueblo dominicano". 
Maya estuvo en Grandes Ligas con los Nacionales de Washington entre el 2010 y 2013. Luego de no establecerse en la Gran Carpa no se amilanó y continuó su camino hacia Corea donde logró un juego sin hit ni carreras en 2015. En la Serie del Caribe pasada el destino lo llevó a enfrentar al equipo de Cuba, lo cual pudiera repetirse en esta ocasión del 2019. 
"En muchas ocasiones expresé que no deseaba lanzarle a Cuba, pero ya mi cabeza entendió que esto es profesionalismo y si me toca nuevamente pues saldré a buscar la victoria con el 100% para el equipo que represento". 
A sus 37 años no deja de soñar. Su carrera ha sido un ejemplo de superación desde que iniciara como alcanzar pelotas en el estadio de su natal Pinar del Río. Sin los sueños nada se hubiera logrado. Maya sueña con volver a Grandes Ligas.
"Uno siempre está pensando en regresar y buscar oportunidades". 
Su carrera continuará en la búsqueda constante de adicionar otras metas y objetivos. Su base es el entrenamiento diario, el sacrificio a prueba de balas y la creencia en sí mismo y en su familia. El legado de Maya persiste y mientras envejece encuentra nuevas rutas para trazar el dominio. 
"Que Dios me siga bendiciendo y me siga dando estas alegrías".