Mentor de bateo: ‘Boomstick’ con Sanó

30 de mayo de 2021

MINNEAPOLIS – Desde que los Twins pactaron con el dominicano Nelson Cruz antes de la temporada del 2019, el también quisqueyano Miguel Ángel Sanó se ha referido al veterano cañonero como su padre.

En ocasiones, el “padre” aparta a un lado a Sanó para ayudarlo.

En la mañana del 15 de mayo, Cruz invitó a Sanó a su casa para un entrenamiento adicional junto a su coach de bateo personal Frank Valdez. El grupo se ha reunido tres veces este año para ayudar a Sanó a encontrar la mecánica necesaria, luego de un duro comienzo de temporada en el que llegó a batear .119/.280/.209.

Esa noche, Sanó empalmó un cuadrangular de tres carreras, incluyendo el jonrón de la victoria ante los Atléticos. Ha tenido un slugging de .771 desde entonces, con siete bambinazos y un OPS de 1.110 en un período de 13 juegos hasta la jornada del viernes.

“Hemos estado hablando y trabajando juntos”, confesó. Sanó. “He recibido mucha información junto a él. Simplemente me gusta quedarme corto en la bola, como la rutina que he estado haciendo con Nellie. Es en lo que hemos estado trabajando”.

“Nelson y algunas de las personas que hablan y trabajan con él; grandes mentes de béisbol también”, dijo el manager Rocco Baldelli. “De cualquier tiempo que Miggy pasa con Nelson, sabes que algo positivo saldrá de allí”.

La primera vez que Cruz apartó a Sanó de esa manera, recuerda Cruz, fue el año pasado, cuando el par estaba en las cajas de bateo de Justin Morneau y comenzó a trabajar junto a Valdez, quien jugó en las menores de los Twins entre 1986 y 1991. Las redes sociales de Valdez muestran fotos de él en las instalaciones, con jugadores dominicanos como Cruz, Sanó, Jean Segura, Starling Marte y Jeimer Candelario.

Este año, Cruz utilizó su propio garaje, en donde Sanó ha trabajado en un escenario diferente y con un grupo distinto de ojos y voces que lo ayudan con su mecánica. Sanó dijo que el enfoque de esas sesiones es similar al que ha hecho en el Target Field junto a Edgar Valera y Rudy Hernández.

“Vi los problemas que tiene, especialmente con las rectas”, comentó Cruz. “Y con las rectas temprano y rompimientos. Su ritmo no estaba ahí. Siento que sus piernas no estaban bien, así que nos enfocamos en eso. Está haciendo swing mucho mejor desde entonces. Es algo que nos gusta ver”.

Aun cuando no están trabajando en persona, Sanó dijo que en ocasiones habla con Valdez por teléfono para conversar sobre algunos elementos del entrenamiento. 

“Intentamos enfocarnos en la mecánica y en la mentalidad en el plato. Es en lo que hemos estado hablando y lo que hemos estado haciendo”, señaló Sanó. “Las cosas simples que me enseña; eso es lo que he estado tratando de aplicar en el juego”.

Este es otro ejemplo de cómo Cruz específicamente tomó a Sanó bajo su tutela. El par es inseparable durante las rutinas previas a los juegos, cuando Cruz toma roletazos junto a Sanó en la primera base. Cuando Cruz llegó a los Twins en el 2019, el club puso su vestuario cerca del de Sanó.

Su influencia ayudó a que Sanó despegara en el 2019, cuando el joven cañonero alcanzó marcas personales con un OPS de .923 y 34 cuadrangulares.

Este año, ese trabajo ha rendido sus frutos con tres jonrones de Sanó que han marcado la diferencia entre las victorias y las derrotas, además de un bambinazo ante el Cy Young del 2020 de la Liga Americana Shane Bieber y un juego de tres cuadrangulares. Los Twins suelen decir que Sanó puede cambiar el curso de un juego sólo con su poder; algo que toma más importancia ante el lento comienzo de campaña del equipo.

Sanó no le ha huido al trabajo – y Cruz lo ha ayudado en el proceso. 

“Es increíble conocer personas como Nellie”, confesó Sanó. “Puede ayudar a quien sea con cualquier cosa. El momento en el que empezamos a jugar juntos en el 2019 fue increíble. Son momentos especiales. Amo a Nellie. Todo lo que hace sale del corazón. Si cada jugador actuara como él, el béisbol sería bien diferente”.