Hay muchos abridores con impresionantes temporadas hasta ahora. Pero no hay un mejor monticular en la actualidad que el zurdo cubano de 27 años, Néstor Cortés Jr. El mismo que en algún momento fue designado para asignación por un equipo de los Orioles que perdió 115 juegos.

Cortés, quien se crio en Hialeah, Florida, permitió un grand slam ante Josh Reddick el 3 de abril del 2018. El 9 del mismo mes, Josh Donaldson le conectó otro – hoy, ambos son compañeros con los Yankees. Cortés fue designado para asignación al día siguiente. Cuatro años y unos cuantos meses después, el cubano tiene récord de 5-1 para el equipo con el mejor récord en el béisbol, junto a una efectividad de 1.50. Ha brillado cada vez que Aaron Boone le ha dado la bola.

Permitió apenas una carrera limpia ante los Angelinos de Shohei Ohtani el jueves por la tarde. Ha tenido 19 aperturas en fila con los Yankees en las que permite tres carreras o menos, algo que no había logrado ningún lanzador de los Bombarderos en más de 100 años. Justin Verlander ha sido un espectáculo de ver, lo mismo con el dominicano Sandy Alcántara y Alek Manoah. Claro, hay otros abridores que merecen estar en la conversación de quién ha sido el mejor serpentinero en el primer tercio de la campaña.

Pero cuando tomas todo en consideración, el mejor es el que apenas supera las 90 mph. No está entre los 100 primeros en cuanto a velocidad y es un maestro de la rotación de la bola, del ángulo del brazo, de la magia e incluso del misterio. En un mundo en el que predomina la velocidad, Néstor Cortés lanza como un artista. El gran Whitley Ford hubiera valorado a alguien que perfeccionara esa práctica como lo hace Cortés.

Hace una semana, en el comienzo de una serie de cuatro de los Yankees ante los Rays, Cortés lanzó ocho entradas, ponchó a cinco, caminó a uno y permitió una carrera limpia. Ha alcanzado un punto en el que parece que estuviera en modo de repetición. Esto fue lo que dijo el joven de Hialeah:

“Tengo mucho por probar aún, creo. Sigue siendo temprano. Quiero demostrar que puedo tener 30 aperturas y lanzar más de 150 innings, esperemos. Sólo quiero continuar con mi cabeza baja y seguir hacia adelante”.

No se trata de sólo la manera en la que lanza Cortés, un zurdo que ocasionalmente te hace recordar a otro cubano, Luis Tiant. El Tiante, quien en su momento también se le veía como un artista del montículo. Es más que eso, porque el camino que ha recorrido Cortés lo ha llevado hasta lo que es ahora. El muchacho nunca fue un prospecto; fue seleccionado en el Draft amateur originalmente por los Yankees en el 2013, en la 36ta ronda.

Pero ahora sí es un fenómeno.

Cuatro años después de aquel Draft, los Orioles lo eligieron en el Draft de la Regla 5. En esa primavera permitió aquel par de grand slams y eso fue todo. En abril del 2018, los Orioles lo enviaron de vuelta a los Yankees y en junio del 2019, se las ingenió para abrir su primer juego en Grandes Ligas antes de ser enviado a Triple-A, tras ver cómo su efectividad alcanzaba casi las seis carreras a lo largo de 33 partidos.

Para noviembre del 2019, Cortés fue canjeado a los Marineros a cambio de dinero destinado a firmas internacionales. En dos años, pasó de ser un seleccionado en el Draft de Regla 5 a eso. Pero Cortés continuó trabajando duro. En el camino, pasó por la Liga Dominicana para perfeccionar su recta cortada.

Finalmente, en enero del 2021, Cortés regresó a los Yankees. Para el año pasado, ya era considerado un miembro importante de la rotación de Boone, abriendo 14 encuentros y terminando con una efectividad de 2.90. Ahora, mírenlo.

Gerrit Cole, el hombre de los US$324 millones – y alguien que ha señalado al cubano como el mejor candidato hasta ahora para llevarse el Premio Cy Young de la Liga Americana – es el as de la rotación de los Yankees. Pero el verdadero as es el zurdo que salió de Cuba cuando tenía menos de un año.

Llegó a lanzar incluso un inning inmaculado ante su antiguo equipo, a comienzos de esta campaña. Llevó un sin hit hasta la octava entrada ante los Rangers hace un par de semanas. Finalmente, el jueves por la tarde, en el primer duelo de una doble cartelera, con Ohtani como su rival de pitcheo, fue Néstor Cortés el lanzador que se robó el espectáculo.

Nunca ha superado a nadie a fuerza de poder, pero no ha dejado de sorprender desde el año pasado.

“Ha estado genial en cada aspecto”, dijo Boone hace un par de semanas.

Buen pitcheo, el mejor en esta temporada. Es una gran historia de béisbol. A veces, esas historias toman tiempo en llegar. Como los pitcheos rompientes de Néstor.