Ohtani recibió el Premio al Logro Histórico

26 de octubre de 2021

Todavía faltan un par de semanas para que sepamos si Shohei Ohtani ganó el premio Jugador Más Valioso de la Liga Americana que entrega la Asociación de Escritores de Béisbol de Estados Unidos. Pero la temporada 2021 del fenómeno japonés fue tan extraordinaria, sensacional y única que el Comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, ha reconocido formalmente su significado histórico.

La noche del martes en Minute Maid Park, antes del Juego 1 de la Serie Mundial, Manfred le entregó a Ohtani el Premio al Logro Histórico del Comisionado. El ex Comisionado Bud Selig creó tal honor en 1998, pero esta es la primera vez que Manfred selecciona al ganador desde que tomó el pues de Selig en el 2015.

El galardón es otorgado para reconocer a aquellos que, bien sea con una gesta particular en un año particular, o por sus logros de por vida, causan un impacto mayor en el juego de béisbol. Y al convertirse, entre muchas otras cosas, en el primer jugador que asiste al Juego de Estrellas en dos roles distintos – abriendo en el lineup de la Liga Americana como pitcher y bateador designado – Ohtani ciertamente hizo eso.

“Durante los próximos años, yo sé que habrá muchos premios y reconocimientos para ti”, le dijo Manfred a Ohtani durante una conferencia de prensa para anunciar el premio. “Pero sentí que el 2021 fue tan especial que era importante reconocer este logro histórico del 2021 con un premio enfocado en el 2021”.

Ohtani es el 16to ganador del Premio al Logro Histórico del Comisionado, que fue diseñado por Tiffany & Co. y tiene una base de plata con una pelota de oro montada encima.

“Este premio no se entrega cada año, así que yo sé lo especial que es”, comentó Ohtani. “No estoy realmente seguro de que lo merezca, pero visto que el señor Manfred no lo está dando, voy a aceptarlo”.

Los ganadores anteriores son:

• 1998: Cal Ripken Jr., en conmemoración por el fin de su legendaria cadena de 2,632 juegos consecutivos
• 1998: Mark McGwire y Sammy Sosa, por la pelea por el récord de jonrones en una temporada
• 2001: Barry Bonds, por implantar una nueva marca de bambinazos en un año con 73
• 2001: Rickey Henderson, por sus récords de todos los tiempos en bases robadas (1,406), boletos (2,190, luego roto por Bonds) y carreras anotadas (2,295)
• 2001: Tony Gwynn, por sus ocho títulos de bateo en la L.N.
• 2001: Marineros de Seattle, por empatar el registro de más triunfos en un año con 116
• 2004: Roger Clemens, por su 300 victorias y siete premios Cy Young
• 2005: Ichiro Suzuki, por romper el récord de más hits en una campaña en el 2004 (262)
• 2006: Roberto Clemente, post mortem, durante el Juego de Estrellas 2006 en Pittsburgh, por su extraordinaria carrera en el terreno y sus aportes humanitarios fuera del mismo
• 2007: Rachel Robinson, en el 60mo aniversario del año en el que su esposo Jackie rompiera la barrera del racismo y por los esfuerzos de ella para mantener su legado
• 2011: Ken Griffey Jr., por su grandiosa carrera y enorme popularidad
• 2013: Mariano Rivera, que se retiró como líder de salvados de todos los tiempos (652)
• 2014: Vin Scully, por sus 65 años como narrador de béisbol
• 2014: Derek Jeter, por sus récords de hits (200), carreras (111) y bases alcanzadas (302) en postemporada

A lo largo de la temporada 2021, los recopiladores de estadísticas tuvieron una complicada tarea a la hora de encontrar precedentes para varios de los logros de Ohtani, como cuando se convirtió en el primer pitcher desde Babe Ruth en 1921 en hacer una apertura mientras lideraba a las Grandes Ligas en jonrones o en el primer pitcher desde el venezolano César Tovar – que abrió ese día para jugar las nueve posiciones – en 1968 en abrir un juego como lanzador y primer bate.

Pero, la verdad, es que la campaña de Ohtani no tiene precedentes.

Como bateador, acumuló 46 jonrones, 26 dobles, ocho triples, 100 empujadas, 26 bases robadas, un OPS de .965 y 103 carreras anotadas. Como lanzador, dejó marca de 9-2 con efectividad de 3.18 y 156 ponches en 130.1 innings.

Ningún jugador en la Liga Americana o en la Liga Nacional había hecho 10 aperturas y conectado 30 o más vuelacercas. Y ninguno había dado 10 o más bambinazos y ponchado a 100 bateadores.

Para poner la temporada de Ohtani en el contexto adecuado, consideren como se compara con dos de las más reconocibles estrellas de uno de los equipos más populares: el OPS+ de 158 de Ohtani en 639 viajes al plato fue el quinto mejor en las Grande Ligas, por delante del slugger de los Yankees, Aaron Judge (149). Su EFE+ de 141 en 130.1 innings fue la 17ma mejor entre aquellos pitchers con al menos 100 episodios, y mejor que la del candidato al Cy Young, y as de los Yankees, Gerrit Cole (133).

Así que, con todo el respeto posible por Ruth, que por poco tiempo entre 1918 y 1919 fue realmente pitcher y bateador al mismo tiempo, nunca habíamos visto una temporada como la de Ohtani. Fue un año mucho más impresionante cuando se considera el nivel del béisbol actual y lo difícil del calendario, con viajes por todo el país y constantes juegos nocturnos. Durante las festividades del Juego de Estrellas, Ohtani participó en el Derby de Jonrones una noche y luego abrió el Clásico de Mitad de Campaña en el montículo y como primer bate al día siguiente.

That was part of a trend in which Ohtani embraced all the attention that came with his unique skill set and, as such, served as one of the game’s greatest ambassadors. The Commissioner took notice.