Orioles ante otro panorama complicado en el 2020

3 de marzo de 2020

Hagamos una tarea un poco perversa, la de identificar a la alineación titular a los Orioles de Baltimore

Tiene que hacerlo sin usar el buscador de Google ni otros métodos para averiguar quiénes conforman un plantel que fue desmantelado hasta la médula.

Los Orioles llevan dos campañas consecutivas con más de 100 derrotas. Vayan preparándose para una tercera, quizás al extremo de alcanzar las 120. El año pasado quedaron 49 juegos detrás de los punteros Yanquis de Nueva York en la División Este de la Liga Americana.

Realmente asombra que esta franquicia se encuentra tan hundid a sabiendas que recién en 2016 se clasificó para disputar el juego de comodines.

Pero es lo que hay, en la profunda reconstrucción que lleva a cabo el gerente general Mike Elias y que tiene a Brandon Hyde como su estratega de campo.

El plan es simple: rellenarse de la mayor cantidad posible de prospectos para encontrar piezas que eventualmente sean el núcleo de un conjunto contendiente. Fue lo que propició las salidas del veterano infielder Jonathan Villar y del abridor derecho Dylan Bundy durante el invierno.

Eso sí, Elías encontró en la agencia libre al torpedero José Iglesias, desembolsando 3 millones de dólares por un año para cubrir el hueco dejado por Villar, quien disputó los 162 juegos el año pasado, bateó para .274 con 24 jonrones y lideró al equipo con 40 bases robadas.

"Me puse a examinar el roster de 40 y viendo a los jugadores que tenemos aquí, ciframos esperanzas en todos, todos son talentos y tiene atributos para destacarles, así que vamos bien", aseveró Elias. "Es parte de un largo proceso, pero vamos en la dirección correcta".

LO QUE HAY QUE SABER

Salvo el cubano Iglesias en el campocorto y Trey Mancini en los jardines o la inicial, la confección de la alineación diaria asemejará a un crucigrama para Hyde.

La alineación de los Orioles en 2020 debe incluir a tres descartes de otros equipos: el bateador designado venezolano Renato Núñez, el segunda base dominicano Hanser Alberto y el tercera base Rio Ruiz. También tienen al jardinero izquierdo Anthony Santander, un venezolano que tomaron en el draft de Regla 5.

También está el primera base Chris Davis, quien persiste en el roster porque no hay otro remedio. El dos veces campeón jonronero con un contrato de 161 millones de dólares por siete años quiere sacar a flote su carrera tras dos temporadas de pesadilla.

En 2018, Davis bateó para .168, el promedio más bajo en las mayores y acumuló 192 ponches en 128 juegos. Mejoró un tantito en 2019, con un promedio de .179, más 12 jonrones y 36 impulsadas en 105 juegos.

Nada parecido a la campaña de 47 jonrones en 2015 que convenció a Baltimore darle el contrato más lucrativo en la historia de la franquicia. La inversión ha redituado 745 ponches, que representan más de un tercio de sus apariciones al plato.

Aún le deben 93 millones y Davis quiere ganárselos.

"Me quedan tres años tras dos durísimos años, pero creo que aún puedo reivindicarme", dijo Davis. "Será una conversación que volveremos a tener al final de la temporada".

LO ALENTADOR

Sus prospectos, como el receptor Adley Rutschman, el primera base Ryan Mountcastle y el jardinero Yusniel Díaz. También el zurdo DL Hall y el derecho Grayson Rodríguez.

Ninguno asoma en el horizonte este 2020, pero reflejan el futuro de una franquicia que esperar alzar vuelo, probablemente en 2022.

LO MALO

La rotación abridora, con John Means y Alex Cobb como las únicas opciones fiables, amenaza con dar dolores de cabeza a los seguidores de Baltimore. El zurdo Means promete tras quedar segundo en la votación al Novato del Año con una marca de 12-11 y efectividad de 3.60, ganándose también ir al Juego de Estrellas. Un total de 18 pitchers abrieron por los Orioles en 2019 y la efectividad colectiva fue un espantoso 5.57.

Luego de tener la peor efectividad de las mayores con 5.79, el bullpen genera muchas dudas. Mychal Givens asoma como el cerrador tras un 2019 en el que malogró ocho ocasiones de salvamento.

PANORAMA

Los Orioles saben bien que están muy lejos de ser aspirantes, pero confían en dar pasos tímidos en esa ruta. El sótano de la División Este es un decreto insalvable. Seguirán reforzando su sistema de ligas menores y darán oportunidades a jugadores jóvenes con salarios bajos.