SEATTLE -- Otra contundente victoria de los Yankees tomó un giro amargo en un abrir y cerrar de ojos, cuando el tercera base venezolano Oswaldo Cabrera sufrió una grave lesión en la pierna izquierda en la parte alta del noveno inning la noche del lunes, durante el triunfo 11-5 del equipo sobre los Marineros en el T-Mobile Park.
“Creo que todos entienden que fue una situación bastante seria”, dijo el manager Aaron Boone. “Estamos orando por nuestro muchacho Cabby esta noche y esperando lo mejor, confiando en que está en buenas manos durante la noche. Obviamente fue un gran juego en muchos aspectos, pero muchos sienten por su compañero, que es de lo mejor de lo mejor”.
Cabrera arrancó en un pisa y corre desde tercera base tras un elevado de sacrificio de Aaron Judge al jardín derecho con las bases llenas y un out. Mientras el tiro de Leody Taveras se dirigía al plato, Cabrera se deslizó por un un lado para evitar el toque del receptor Cal Raleigh. Logró ganarle tanto al tiro como al intento de out, pero se pasó varios pasos del plato. Al intentar frenar y devolverse para tocar home, su tobillo izquierdo se torció de manera alrmante.
Cabrera logró tambalearse de regreso y tocar el plato con la mano, pero permaneció en el suelo tras la jugada y no se movió mientras el cuerpo médico ingresaba rápidamente para atenderlo.
Tras unos instantes, se abrió la puerta del jardín central en el T-Mobile Park para permitir la entrada del carrito de asistencia, pero este sólo avanzó hasta el poste de foul del jardín derecho antes de dar la vuelta y salir. Minutos después, mientras los jugadores de ambos equipos guardaban silencio en el terreno, una ambulancia ingresó al campo y se dirigió hasta el plato.
“Definitivamente es una de esas situaciones desafortunadas que te hacen poner las cosas en perspectiva”, lamentó Boone. “Estamos jugando un partido. Uno se consume tanto con todo esto, con los altibajos, y luego pasa algo así con alguien a quien aprecias tanto... Te sacude con esa perspectiva de la que tratamos de hablar y mantener siempre. Al final del día, esto es un juego”.
El cuerpo médico colocó un inmovilizador en la pierna de Cabrera y recostó al jugador cuidadosamente sobre una camilla, mientras sus compañeros —incluido Judge— se reunían alrededor del plato y el público en Seattle guardaba un silencio absoluto.
“Que se haya lesionado en una jugada como esa dice mucho del tipo de persona que es”, expresó Judge. “Es un juego en el que teníamos una buena ventaja, y él seguía luchando hasta el último out. Todos aquí nos sentimos muy mal, porque sabemos cuánto trabaja, lo duro que se esfuerza, cuánto quiere y se preocupa por todos en este clubhouse, y cómo trata cada juego y cada día aquí como una bendición”.
Tras ser colocado en la camilla, Cabrera fue trasladado en ambulancia —acompañado por el jefe del cuerpo médico, Tim Lentych— saliendo por la puerta del jardín central rumbo al hospital.
Justo antes de irse, Cabrera tuvo una pregunta para su capitán.
“Antes de subirse [a la camilla], dijo: ‘Judgy, ¿anoté?’, y Judge le respondió: ‘Sí’”, contó Boone. “Eso le sacó una sonrisa”.
Cabrera, en su cuarta temporada en Grandes Ligas, venía disfrutando del tiempo de juego más constante de su carrera, al haber iniciado 30 de los primeros 41 encuentros de los Yankees en la tercera base. En 34 partidos, bateaba para .243 con un OPS de .630, cuatro dobles, un jonrón y 11 carreras impulsadas. El lunes se fue de 4-1 con una base por bolas.
“Él ama ser un Yankee; lleva este uniforme con orgullo”, aseguró Judge. “Esto duele, especialmente tratándose de un jugador que ha luchado toda su vida y finalmente consiguió la oportunidad de ser nuestro titular todos los días, y ha estado brillando en ese rol”.
Pero más allá de los números, el utility de 26 años —quien firmó con los Yankees como prospecto internacional a los 16 años, proveniente de Guarenas, Venezuela, en 2016, y pasó cinco temporadas en Ligas Menores antes de debutar en 2022— se ha convertido en una de las figuras más queridas dentro del clubhouse de Nueva York.
“[Trent Grisham] dijo algo después del juego: ‘Cabby hace las cosas bien todos los días’”, comentó Boone. “Todos los días. La forma en que se prepara para hacer su trabajo, el tipo de compañero que es, la alegría con la que entra a este clubhouse cada día. Es un ejemplo en muchos sentidos para cualquiera que quiera saber cómo vivir la vida”.
Grisham, quien conectó un par de jonrones en solitario para impulsar la ofensiva de los Yankees, añadió: “La forma en que se preocupa por los demás se nota. Si lo ves jugar, percibes un poco de eso. Pero cuando lo conoces, te das cuenta de que es mucho más profundo”.
Los Yankees no ofrecieron más actualizaciones sobre el estado de salud de Cabrera al finalizar la noche del lunes.