SAN JUAN, Puerto Rico – Ozney Guillén llegó a ser manager de los Tri-City ValleyCats, nivel Clase-A en el sistema de los Astros, luego de recorrer un camino poco tradicional hacia el puesto de dirigente de liga menor.

Por supuesto, siendo hijo del venezolano Ozzie Guillén, quien por tantos años fue jugador, coach y manager a nivel de Grandes Ligas—hasta el punto de ganar un título de Serie Mundial en el 2005 como capataz de los Medias Blancas—Ozney se crio en un ambiente beisbolero.

En el 2019, luego de varios años como jugador en ligas independientes, Ozney se convirtió en manager de los ValleyCats con tan sólo 27 años. Los Astros, en esos momentos, expresaron que querían formar a Guillén como dirigente, al igual que se desarrolla a los jugadores en ligas menores.

“Ellos me enseñaron mucho y para el 2020, hay muchos planes, a ver a dónde me llevan”, dijo Guillén en el marco de la 62 Serie del Caribe en San Juan, donde el joven dirige a los Vaqueros de Montería en representación de Colombia.

Guillén, quien llevó a los ValleyCats a marca de 32-42 la temporada pasada, viene de guiar a los Vaqueros al campeonato del béisbol colombiano. Ahora, en las primeras etapas de su carrera como piloto, ¿cuáles lecciones se ha llevado después de tantos años estando cerca de su papá en el ambiente de Grandes Ligas y en Venezuela?

“Divertirme y ser honesto con mis peloteros”, dijo Guillén. “No me gusta mentir. Ayudarles a hacer su trabajo. Ayudarlos no solamente en el terreno, sino fuera del terreno. Buscar guiarlos en lo que yo puedo, de la poquita experiencia que tengo yo y enseñarles esas cosas”.

Y durante esta nueva trayectoria como manager, Ozney no le huye a la fama de ser hijo de Ozzie. Es todo lo contrario, en cuanto a orgullo se refiere.

“Demasiado”, expresó enfáticamente. “Quiero que la gente sepa que yo soy hijo de Osvaldo Guillén. Mi papá es una persona que yo soy fanático de él, una persona que ha dado tanto al béisbol. El cariño siempre es el mismo”.