¿Qué esperar de Everson Pereira en las Grandes Ligas?

22 de agosto de 2023

Con un presente cada vez menos prometedor, los Yankees están a punto de ver más de cerca su potencial futuro.

El martes, Nueva York subió por primera vez a las Grandes Ligas al venezolano Everson Pereira, el prospecto número 80 de todo el béisbol, según MLB Pipeline. El movimiento se produce en medio de una racha de ocho derrotas consecutivas de los Yankees, que ahora tienen récord de 60-64 y están a 9.5 juegos de distancia de un Comodín de la Liga Americana y en el último lugar en la División Este.

El jardinero de 22 años bateó .291/.362/.545 con 10 jonrones y wRC+ de 144 en 46 encuentros por Doble-A Somerset a principios de esta temporada. Siguió el ritmo después de su ascenso el 4 de julio a Triple-A Scranton/Wilkes-Barre, donde puso una línea de .312/.386/.551 con ocho cuadrangulares y wRC+ de 130 en 35 desafíos. El promedio de .300, slugging de .548, OPS de .921 y wRC+ de 138 de Pereira en todo el 2023 se encuentran entre los cuatro mejores de los Yankees en toda la temporada, mientras que sus 18 cuadrangulares están empatados en el sexto puesto del sistema de liga menor del club.

Como indican las estadísticas más tradicionales, la presencia de Pereira aporta una impresionante dosis de poder a una alineación que, sin duda, la necesita. Antes del martes, los bateadores de los Yankees ocupaban el puesto 22 de las Grandes Ligas con un slugging colectivo de .400. Si quitamos el total de bases alcanzadas y los turnos de Aaron Judge, el slugging baja a .386, el mismo de los Medias Blancas, que se ubican 26tos ahora mismo.

Detrás de los números de Pereira, también hay impacto. El bateador diestro puso 96 pelotas en juego en Triple-A, según Statcast, y 44 de ellas superaron el estándar de 95 millas por hora, que delimita los llamados batazos duros. Sólo Judge (64.4%), Jake Bauers (50.4), Kyle Higashioka (48.3) y Giancarlo Stanton (47.4) han superado esa tasa del 45.8% entre los Yankees con al menos 90 pelotas conectadas en las Mayores esta campaña. La velocidad máxima de salida de las conexiones de Pereira con Scranton/Wilkes-Barre fue de 114.5 mph, una cifra sólo superada por Stanton (118.3) y Judge (116.9).

Si bien la fuerza en bruto está ahí, Pereira tendrá que mejorar tanto su contacto y como su tasa de rodados.

Pereira abanicó la brisa ante el 17% de los lanzamientos que vio con Scranton/Wilkes-Barre, lo que le dio el 24to índice más alto de strikes tirándole entre los 411 bateadores de Triple-A con al menos 150 visitas al plato en el 2023. Su porcentaje de rodados del 47.9% lo ubicó en el puesto 59 entre el mismo grupo. El venezolano suele ser agresivo en el plato y hace swing con fuerza, lo que le ha dado problemas ante pitcheos rompientes y lentos. Pero como demuestra su promedio de bateo, darle fuerte a la bola puede producir resultados, incluso si esas conexiones son por el suelo.

Defensivamente, los Yankees ya han dicho que Pereira se ubicará en el jardín izquierdo, donde el club ha utilizado a nueve titulares diferentes en el 2023. La mayor parte de las participaciones defensivas del prospecto este año han sido en esa esquina de los jardines, pero como corredor con una velocidad ligeramente por encima del promedio, también ha visto mucho tiempo en el bosque central y el derecho en Doble-A y Triple-A. Tiene suficiente brazo para jugar en el jardín derecho, pero la necesidad de rotar a Judge y Stanton en ese lugar probablemente lo mantenga alejado de allí a corto plazo.

Agregado al roster de 40 jugadores cuando fue elegible para el Draft de la Regla 5 por primera vez en noviembre del 2021, Pereira forzó la situación para llegar al Bronx y se benefició de un carril despejado. Habiendo cumplido sólo 22 años en abril, será el segundo jugador de posición más joven de los Yankees en aparecer en un juego de Grandes Ligas este año, detrás de Anthony Volpe por apenas 18 días.

La presión sobre un bateador tan joven no debe de ser excesivamente alta, pero, de nuevo, esto es la Gran Manzana. El poder de Pereira, o su tendencia a poncharse, podría jugar un papel en los planes invernales de Nueva York, una organización que notablemente no hace reconstrucciones.