La temporada muerta tiene un mes de haber comenzado y las Reuniones Invernales ya están a sólo una semana.

Con el mercado moviéndose un poco más rápido que hace un año, es buen momento para repasar lo que sabemos – y lo que no sabemos—sobre la actividad del invierno.

1. El mercado de receptores se está moviendo rápido…

Lo que puede aportar un buen receptor está más que claro entre los equipos de Grandes Ligas y los caretas han volado en este Invierno al Rojo Vivo, empezando con el cubano Yasmani Grandal, quien fue a parar a unos Medias Blancas que están oliendo una oportunidad en la División Central de la Liga Americana.

Luego de que Grandal pactara por cuatro años y US$73 millones con Chicago, Travis d'Arnaud (Bravos), Stephen Vogt (D-backs), el brasileño Yan Gomes (que habría vuelto a firmar con los Nacionales, según reportes) y Dustin Garneau (Astros) han encontrado nuevos hogares. El venezolano Robinson Chirinos, Jason Castro, Alex Ávila, Russell Martin, Austin Romine y el puertorriqueño Martín Maldonado son las mejores opciones disponibles en un mercado en el que varios equipos se beneficiarían con una ayuda en la posición. El venezolano Omar Narváez de los Marineros ha sido mencionado como opción de cambio. Y los Cachorros podrían alterar el panorama si deciden mover al venezolano Willson Contreras, aunque por los momentos esto pareciera más especulación que otra cosa.

2. …pero el de los demás agentes libres apenas ha avanzado

Kyle Gibson tiene un acuerdo de tres temporadas con los Rangers, de acuerdo con fuentes, Jake Odorizzi aceptó la oferta calificada de los Mellizos y Adam Wainwright renovó con los Cardenales por otro año. Pero nada por ahora con Gerrit Cole y Stephen Strasburg, los mejores dos abridores en el mercado libre. Tampoco es una sorpresa cuando recordamos que los dos son representados por Scott Boras.

Muchos creen que es casi un hecho que Strasburg regresará con los Nacionales, pero el hecho de que eso todavía no ha sucedido sólo invita a más especulaciones de que los Padres u otro club podrían hacerlo cambiar de parecer. El mercado de Cole tomará tiempo en desarrollarse por completo, pero un abridor no puede darse el lujo de esperar hasta que comiencen los entrenamientos para firmar como hizo Bryce Harper el año pasado.

Más allá de los dos grandes nombres, el contrato de tres años y US$30 millones de Gibson, quien tiene apenas una temporada con EFE+ mejor que el promedio en los últimos cuatro años, sirve para recordarnos que las mejorías en este departamento no serán económicas.

3. Zack Wheeler está acaparando más y más atención

Lo que había hecho un jugador en el pasado solía mandar en la agencia libre. Ahora no. En estos tiempos, lo que paga es que las proyecciones a futuro estén a tu favor. Los Rangers claramente creen que identificaron potencial en Gibson, pero escuchando a directivos y evaluadores de talento las últimas semanas, cada vez queda más claro que es Wheeler quien podría beneficiarse más de una industria que cada vez se apoya más en cosas como la tasa de rotación de la bola y resultados esperados.

Wheeler ha lidiado con lesiones y no tiene un historial grandioso (su EFE+ de por vida es de 100, exactamente igual al promedio de MLB, en 749 innings), e incluso así ha despertado el interés de diversos equipos como los Medias Blancas, Yankees, Mellizos, Bravos, Padres, Rojos, Angelinos y otros. Aunque Hyun-Jin Ryu fue el líder de efectividad la temporada pasada y Madison Bumgarner es una leyenda de la postemporada, es posible que sea Wheeler quien consiga el mejor contrato del invierno, detrás de Cole y Strasburg.

4. Los equipos siguen pujando agresivamente por relevistas

El renacer del pitcheo abridor fue uno de los temas centrales de la postemporada del 2019, y la Serie Mundial de los Nacionales a pesar de haber tenido un bullpen que dejó 5.66 de efectividad en la ronda regular no es precisamente un gran anuncio a favor de gastar mucho en relevistas. A lo largo del juego, hubo serios problemas con los bullpens durante el 2019, levantando dudas sobre si quizás los equipos habían ido demasiado lejos y les estaban pidiendo mucho a los relevistas.

Entonces, era normal preguntarse si las novenas iban a tener cuidado a la hora de dar contratos de largo plazo a relevistas. Pero las dudas se disiparon. Drew Pomeranz (cuatro años, US$34 millones con los Padres), Will Smith (tres años, US$40 millones con los Bravos) y Chris Martin (dos años, US$14 millones con los Bravos) firmaron acuerdos por más de una campaña. Será interesante ver qué significarán esos contratos para serpentineros como Will Harris y Daniel Hudson.

5. Los Bravos partieron adelante… una vez más

Después de moverse el año pasado rápidamente firmando a Josh Donaldson y Brian McCann antes de que terminara noviembre, los Bravos aplicaron la misma técnica para quedarse con d’Arnaud y Smith y retener a Tyler Flowers, Nick Markakis, Martin y Darren O’Day.

Pero el movimiento más grande (o los movimientos), sin embargo, todavía podría estar por llegar. Los Bravos necesitan un bateador de poder y un abridor experimentado para mejorar sus posibilidades de retener la corona de la División Este de la Liga Nacional. Hace un año, sacaron el pie del acelerador hasta que firmaron a Dallas Keuchel a mitad de temporada. Pareciera más probable que sigan activos en esta ocasión.

6. El cambio más interesante quizás ya se completó

Para todo lo que se ha hablado de un cambio de Mookie Betts, el puertorriqueño Francisco Lindor o Kris Bryant, no ha habido avances significativos hacia un movimiento concreto. Los precios, como es de esperarse, son exorbitantes, aunque quizás los ritmos cambien durante las Reuniones Invernales.

Por ahora, el único cambio importante que se ha concretado fue el de cuatro jugadores que envió al mexicano Luis Urías y a Eric Lauer de Padres a Cerveceros por Trent Grisham y Zach Davies. Fue un canje interesante, porque todas las piezas están listas para aportar a nivel de Grandes Ligas y ambas novenas se ven a sí mismas como contendores para el 2020. Davies y Lauer son dos piezas de la parte trasera de la rotación, por lo que el cambio realmente está centrado en el potencial de Grisham y Urías, que van a jugar a sus 23 años la próxima temporada y tienen seis campañas más bajo control contractual de sus nuevos equipos. Es uno de esos movimientos en los que las habilidades de cada club para evaluar talento serán puestas a prueba.