PORT ST. LUCIE, Florida – La primera vez queJustin Verlander y Max Scherzer estuvieron juntos en el mismo roster de un equipo de Grandes Ligas, Verlander tenía 27 años, Scherzer tenía 25 y la vida lucía muy diferente. En el tiempo que ha pasado desde entonces, Scherzer y su esposa han tenido cuatro hijos. La más reciente, su hija Nikki, nació el mes pasado. Verlander se casó con la súper modelo Kate Upton, con quien tiene una hija. Scherzer ha ganado tres Premios Cy Young y un anillo de Serie Mundial; la colección de Verlander incluye tres Cy Young, un premio a Jugador Más Valioso y dos títulos del Clásico de Otoño.

Ahora, después de más de ocho años separados, los exlanzadores de los Tigres están nuevamente juntos en los Mets.

“Estamos en etapas diferentes de nuestras carreras y más importante que eso, en momentos distintos de nuestras vidas”, dijo Scherzer el miércoles. “Las cosas definitivamente serán diferentes ahora”.

Luego añadió: “Yo realmente no veo que eso vaya a ser un problema, en lo absoluto”.

“Eso” fue una referencia a la relación entre Scherzer y Verlander en el pasado, incluyendo un frecuente rumor sobre ciertos roces entre los dos durante sus días en Detroit. Sin importar lo que haya pasado en ese entonces o cualquier diferencia que los dos pudieron haber tenido, ninguno de ellos cree que eso vaya a dañar su relación ahora.

Al contrario, ambos lucen genuinamente curiosos – por no decir francamente emocionados – de estar juntos otra vez. Comenzaron a trabajar palmo a palmo el martes, antes de reunirse el miércoles para lo que fue el primer día de entrenamientos oficiales de lanzadores y receptores en el Clover Park.

“Hey, eso hace mejor a tu equipo”, dijo Scherzer sobre la llegada de Verlander tras éste firmar un contrato de dos años y US$86.7 millones, que igualó su propio récord de US$43.3 millones en valor promedio anual.

“Estoy emocionado por estar junto a él otra vez”, añadió Verlander. “Pienso que ambos podemos recordar nuestros días juntos en Detroit… teníamos un equipo increíble y no pudimos cumplir con la meta final. Entonces, esperemos que, reunidos ahora aquí, podamos lograr eso”.

Más que simplemente llevarse bien, Scherzer y Verlander creen que pueden aprender cosas uno del otro. Ambos son futuros miembros del Salón de la Fama con diferentes fortalezas y filosofías de pitcheo, pero quizás – como sugirió el manager de los Mets, Buck Showalter – más similitudes que diferencias. Viéndolo desde lejos, Scherzer siempre se ha maravillado con la habilidad de Verlander para lograr que su slider pasara de ser un pitcheo olvidado a uno de los envíos más potentes del juego. Verlander ha visto a Scherzer evolucionar tanto o más, pasando de ser un especialista recta-slider en un maestro con cinco pitcheos.

Ahora encabezando la rotación en Queens, Verlander y Scherzer enfrentan retos paralelos: El más notable es cómo seguir siendo dominantes a una edad cuando la mayoría de sus colegas ha bajado de nivel o se ha retirado. Verlander cumplirá 40 años el lunes. Scherzer tocará los 39 años en julio. Desde la última vez que cruzaron caminos, ambos han intentado descubrir los secretos de la longevidad.

En el caso de Verlander, una cirugía Tommy John en el año 2020 tuvo un efecto mínimo sobre su panorama a largo plazo; regresó en verano pasado para registrar una de las mejores temporadas de su carrera: Récord de 18-4 con efectividad de 1.75, el Premio Cy Young de la Liga Americana y un anillo de Serie Mundial. Scherzer no tuvo tanta fortuna, sufriendo distintas lesiones de oblicuo que lo limitaron a tirar sólo 145.1 entradas, aunque siguió siendo un lanzador de la élite cuando estuvo saludable.

Ambos trabajaron en el mismo gimnasio de la Florida esta temporada muerta, aunque con rutinas distintas que evitaron que interactuaran mucho. Ahora, están en el mismo clubhouse, en el mismo programa, a unos pocos casilleros de distancia. Si alguno es capaz de encontrar la mítica Fuente de la Juventud, puede darle el secreto al otro.

Lo que está claro es que ambos están tratando de hacerlo. Verlander sonrió el miércoles cuando un reportero lo comparó con Tom Brady, quien recientemente se retiró de la NFL a los 45 años. Como alternativa, Verlander sugirió la carrera de Jamie Moyer, quien se mantuvo en las Mayores hasta los 49 años. Está claro que Scherzer piensa de forma similar, aunque no lo sugiera tan abiertamente.

“Uno siempre está a una lesión de no lanzar más”, acotó Scherzer. “Yo tengo claro eso. Tengo suerte de haber llegado tan lejos. Para seguir lanzando, eso va a tomar mucho trabajo y que muchas cosas salgan bien”.

Scherzer añadió que su meta es ganar una Serie Mundial, otro logro que comparte con Verlander. Con uniformes distintos, los dos ya consiguieron ese honor. Ahora juntos, aumentan sus posibilidades de hacerlo otra vez.