CLEVELAND - Rick Rentería parece ser la persona correcta en el momento indicado para dirigir a un equipo de los White Sox que se encuentra en pleno proceso de reconstrucción. Y en más de un sentido, es debido a Robin Ventura, el manager de la novena del sur de Chicago del 2012 al 2016, que Rentería asumió su cargo actual.
Ventura se puso en contacto con Rentería sobre un rol con los Medias Blancas, luego de que el segundo fuese despedido como capataz de los Cachorros después de la campaña del 2014. Ventura llegaría a nombrar a Rentería como su coach de la banca en el 2016. Y, cuando decidió no volver para el 2017, Ventura le brindó su apoyo a Rentería para que fuese su sucesor.
El voto de confianza que recibió de su amigo y predecesor fue de suma importancia para Rentería.
"Definitivamente, sentía que necesitaba su permiso, porque no vine aquí a desplazarlo", le dijo Rentería a MLB.com. "Hablamos durante muchos días y muchas noches. Su consejo para mi simplemente fue, 'Mira, si deciden que quieren conversar contigo, pondera la posibilidad'.
"Y yo necesitaba asegurarme de que él estuviera de acuerdo y que quisiera que yo lo considerara. Obviamente, lo mencionó".
Cuando un equipo no juega a su máximo potencial, el manager suele ser despedido. Pero Rentería recalca que Ventura hizo mucho por la organización, que los jugadores disfrutaban jugar bajo su mando y que considera que Ventura sigue siendo parte de los Medias Blancas. Rentería también asegura que no se integró a los Patipálidos con la intención de ser el próximo manager del club, pese a que Ventura se encontraba en el último año de su contrato en aquel entonces.
"Eso nunca fue parte de mi fórmula", dijo Rentería. "Definitivamente, vine a trabajar para él y para la organización. Créanme, hubiese dado la espalda sin reservas [si se me hubiese planteado las cosas de esa manera].
"No fue así, lo cual fue beneficioso para todos. Repito, Robin fue un gran amigo cuando estuvo aquí conmigo. Lo pude conocer. Aún lo considero un amigo".
Al ser nombrado el 40mo manager en la historia de los Medias Blancas, Rentería, quien proviene de una familia mexicoamericana, también se convirtió en el único piloto de ascendencia latina en las Grandes Ligas ahora mismo.
"Estoy orgulloso de mi herencia y de que personas fuera del deporte sientan que estoy llevando la antorcha, en sentido figurado", dijo Rentería. "Espero que la gente vea la calidad de talento que aportamos, además de que somos de cierto origen.
"Mi trabajo consiste en ser el mánager de los Medias Blancas de Chicago. Mi deber es hacer lo necesario para ayudar a la organización a salir adelante".