El dirigente de los Dodgers, Dave Roberts, conoce el impacto que el deporte puede causar en un momento como el que se está pasando actualmente en los Estados Unidos. Es igual de importante a la manera en que el béisbol fue visto después de los ataques del 11 de septiembre del 2001. El capataz piensa que el béisbol ahora tiene una mayor importancia cuando los jugadores regresen al terreno.

“Claro que quiero que juguemos”, expresó Roberts. “Fui jugador y coach. Ahora soy manager. Amo el equipo, amo este juego”.

Pero en un país castigado por la pandemia del coronavirus y ahora por la división racial -- que parece mucho más amplia tras el asesinato de George Floyd en Minneapolis y con las protestas por varias ciudades que continuaron durante el fin de semana -- Roberts piensa honestamente que el béisbol puede brindar un apoyo. No sanar, pero dar una clase de consuelo.

Roberts es hijo de un padre de raza negra, quien fue miembro del servicio militar de EE.UU. Su madre es de ascendencia japonesa. Roberts nació en Okinawa, Japón y se crio viajando hasta que la familia finalmente decidió quedarse en San Diego.

Desde que tomó el mando del club de Los Ángeles, Roberts siempre ha terminado de primero en la División Oeste de la Liga Nacional. También ayudó a los Medias Rojas a conquistar la Serie Mundial del 2004 con una de las bases robadas más famosas en la historia de las Grandes Ligas.

Roberts es uno de los hombres más inteligentes y decentes en el deporte, una persona de herencia mixta que deberíamos escuchar sobre el juego y sobre asuntos raciales debido a su tiempo en el país que su padre representó como miembro del Cuerpo de Marines estadounidense.

“No podemos dejar escapar esta oportunidad”, dijo el capataz. “Algo bueno debe salir de todo esto. Debemos hablar sobre todo esto y me refiero a tratar todo el tema. Esta vez -- cuando la comunidad de raza negra exige que su voz se haga sentir -- debe ser una conversación diferente. Entiendo que los de raza blanca también exigen lo mismo. Pero necesitan escuchar más. Que hablen menos y escuchen más”.

Desde que se ha convertido en dirigente de los Dodgers, Roberts ha tenido la razón en varias cosas, no sólo sobre béisbol.

“Es la clase de conversación que como país que debemos tener, sobre justicia y razas”, señaló Roberts. “Quiero que el béisbol tenga una oportunidad, al menos entre los deportes, para ayudar a iniciar una conversación de esa clase”.

Han surgido voces por todo el béisbol que han hablado sobre lo que le ocurrió a George Floyd y lo que se ha visto en las ciudades estadounidenses. Hace unos días, Hank Aaron se expresó sobre lo que ha visto y todo lo que ha vivido. El abridor de los Medias Blancas, Lucas Giolito, también dio su opinión:

“Creo que en esta era de redes sociales, si la gente dice ‘Hey, no sabía de esto. Estoy aprendiendo. Quiero aprender. Quiero crecer. Quiero ser parte de esto, ser parte de un cambio positivo’, eso dice mucho", manifestó Giolito. "Cuando la gente con plataformas hable, habrá ojos sobre eso.”

Aquí tenemos a un talentoso lanzador diciendo lo mismo que Dave Roberts, sobre lo necesario que es que la gente escuche.

Roberts, una voz que vale la pena escuchar, agregó lo siguiente:

“Sé que se han entablado muchas conversaciones difíciles, como debe ser. Veo a la gente tratando de educarse. Pero incluso mientras tratamos de ser un mejor país, hay un grupo que se opone a darse cuenta de lo que ha ocurrido durante décadas y siglos. Esto ya no se trata de no ser racista. Ahora es momento de ser anti racista.

“Mi padre habla de los Derechos Civiles y de los años 60. Sobre ser el único hombre de raza negra en su batallón y en su preparatoria. Claro que hemos progresado bastante. Pero debemos avanzar mucho más. Y sobre todo, debemos guiar a nuestros hijos. Pedirle a esa generación que haga un mejor trabajo que la nuestra".

En el béisbol, Dave Roberts debe ser gran parte de esa conversación. Y el piloto podría ser uno de los que deberían hablar en vez de escuchar.