La rotación de los Medias Rojas, una de las dudas del club de cara a la temporada 2024, empezó con el pie derecho durante la primera serie del año ante los Marineros en Seattle.

Garrett Whitlock fue el último en destacarse, lanzando cinco sólidas entradas (tres hits, una carrera, sin bases por bolas y ocho ponches) para ayudar al equipo que dirige el puertorriqueño Alex Cora a dividir la serie tras la victoria del domingo por 5-1 sobre los Marineros.

Dado que la rotación fue la mayor preocupación para Boston en el 2023 y la única adición externa (Lucas Giolito) en la temporada muerta no lanzará este año, era razonable que el grupo estuviera en la mira.

El fin de semana en Seattle, los Medias Rojas no sólo disiparon algunos temores, sino que también se unieron a un exclusivo grupo en el proceso.

Durante los cuatro juegos en el T-Mobile Park, los abridores de los Medias Rojas registraron una efectividad de 1.64. En la Era del Comodín (que comenzó en 1995), los únicos equipos de Boston que lo hicieron mejor en los primeros cuatro partidos de la campaña fueron los del 2018 (0.75) y de 1999 (1.09).

El WHIP de 0.68 es el mejor del equipo tras los primeros cuatro duelos del año desde al menos 1906.

“Como he estado diciendo todo el tiempo, creo que vamos a lanzar bien”, dijo Cora.

Los cuatro abridores alcanzaron uno de los objetivos de Cora, llegar a cinco innings. De hecho, Nick Pivetta y Kutter Crawford tiraron seis episodios cada uno. En 22 actos, los abridores dieron una sola base por bolas y poncharon a 27 rivales.

Mientras Pivetta es el veterano del grupo con 31 años, los otros cuatro miembros de la rotación tienen entre 24 y 27 años.

“Hemos estado hablando de estos muchachos durante un tiempo”, siguió Cora. “Son muy talentosos. Vamos a extrañar a Lucas, pero al mismo tiempo, estos pitchers están teniendo la oportunidad de rendir y los primeros cuatro han sido sólidos”.