Se caldean los ánimos en el Astros-Atléticos

9 de agosto de 2020

Las bancas se vaciaron y los ánimos se caldearon en la séptima entrada de la victoria del domingo de los Atléticos sobre los Astros por 7-2 en el Coliseo, después de que el patrullero dominicano de Oakland, Ramón Laureano, fue golpeado por un pelotazo por segunda vez en el juego. El patrullero se abalanzó contra el dugout de los Astros tras un intercambio de gritos con el puertorriqueño Alex Cintrón, coach de bateo de Houston.

El lanzador mexicano de los Astros, Humberto Castellanos, golpeó a Laureano en la espalda con un pitcheo rompiente en cuenta de 3-2 en la baja del séptimo. Laureano, quien fue cambiado de Houston a Oakland en el 2017, hizo un gesto hacia Castellanos e intercambió algunas palabras con el novato mientras caminaba hacia primera. Una vez ya estaba Laureano en primera, comenzó a discutir con Cintrón y luego corrió hacia el dugout.

El cátcher de los Astros, Dustin Garneau, quien no estaba jugando, retuvo a Laureano antes de que llegara al dugout, y ambas bancas se vaciaron. Laureano, quien fue golpeado por un envío de Brandon Bailey en el quinto inning, ha sido golpeado cinco veces esta temporada, incluyendo tres en la serie contra Houston.

Una vez que el orden fue restituido, Laureano y el receptor de los Atléticos, Austin Allen, fueron expulsados. El manager de los Astros, Dusty Baker, había sido expulsado en la media entrada anterior por reclamar bolas y strikes.