Se emocionó la familia de Freddy Peralta al ver el debut del dominicano en Grandes Ligas
DENVER -- Se sentaron en la fila 25 detrás del home, alzando sus celulares cada vez el dominicano Freddy Peralta salía del dugout de los Cerveceros. Hasta esa tarde nublada de domingo, la familia de Peralta nunca lo había visto lanzar como profesional. Por eso querían capturar cada momento.
Y vaya que hubo mucho que capturar.
El noveno mejor prospecto de los Cerveceros, de acuerdo con MLB Pipeline, tuvo un debut histórico al ponchar a 13 bateadores básicamente con un solo pitcheo, una recta de cuatro costuras que tiró para la mayoría de sus 98 envíos al plato. Peralta superó al también dominicano y miembro del Salón de la Fama, Juan Marichal, como el lanzador latino que suma más guillotinas en su primer juego en las Grandes Ligas. Fue sólo uno de varios datos destacables de su histórico estreno durante la victoria 7-3 sobre los Rockies.
Peralta, quien no permitió imparables hasta la sexta entrada y terminó lanzando 5.2 innings en blanco, comenzó su faena tirándole tres bolas seguidas al primer bateador de los Rockies, DJ LeMahieu, pero enseguida ripostó con tres strikes en fila para el primero de sus 13 ponches.
"Se sacó los nervios de encima con esos tres pitcheos", dijo el manager de los Cerveceros, Craig Counsell. "Y a partir de allí siguió mejorando y mejorando".
Cuando finalmente se retiró del terreno en el sexto, el joven confesó lo que estaba pensando: "Dios mío, lo hice. Lo hice. Estoy aquí. Casi empiezo a llorar. Casi".
No fue el único que experimentó esa sensación. El venezolano Jesús Aguilar, primera base de los Cerveceros, confesó que dirigió la mirada hacia la tribuna y pudo ver a los padres de Peralta. Su papá, Pedro, estaba llorando. Su madre, Octavia Díaz, estaba haciendo lo posible para mantener la compostura.
Y al mismo Aguilar se le empezaron a aguar los ojos.
"Casi lloro", confesó el espigado y fornido inicialista. "Estoy muy feliz, muy orgulloso. Me puse a hablar con Piña (Manuel, también venezolano y receptor de Milwaukee) y le dije, 'Piña, vamos a llorar. ¿Por qué no? Estuve cerca, de verdad".
Arriba en la fila 25, la madre y el padre de Peralta, su novia Maritza Taveras y otros miembros de la familia se pararon a celebrar. Esperaban verle lanzar el sábado por la noche en Triple-A Colorado Springs, pero le cancelaron esa apertura a última hora cuando Chase Anderson, abridor de los Cerveceros, se enfermó.
Entonces, en vez de verlo lanzar en las menores, la familia de Peralta tomó la Interestatal 25 hacia el norte para su debut en la Gran Carpa. Y en el Día de las Madres en los Estados Unidos.
"Fue una experiencia muy buena, porque creía que lo iba a ver en Triple-A jugando, y cuando él nos avisó que lo subieron para pitchar en las Grandes Ligas yo no me lo creía", contó la señora Díaz durante una entrevista con la reportera Sophia Minnaert de FS Wisconsin. "Esto es algo tan grande que ni te puedo explicar. Creo que es una de las emociones más grandes que he tenido en mi vida. Esto es una de las cosas más importantes de mi vida. Gracias a Dios. No me lo puedo ni creer".
No fue la única en abrumarse por las emociones. El padre de Peralta, Pedro, llora cada vez que ve lanzar a su hijo en las menores por Internet.
Y sí, Pedro Peralta dejó correr más lágrimas el domingo viendo a su hijo en persona.