LOS ÁNGELES – El viernes por la noche, se desató una trifulca en el terreno del Dodger Stadium tras la victoria de los D-backs sobre los Dodgers.
El problema empezó en el 11er inning, cuando los Dodgers y A.J. Pollock pensaban que el jardinero había sido golpeado en la muñeca por un lanzamiento de Archie Bradley sin outs y un corredor en primera. Fue un momento clave en el juego, ya que los D-backs tenían ventaja de apenas una carrera y terminaron ganando 3-2.
El árbitro Ramón de Jesús determinó que la bola había golpeado el bate de Pollock. Los Dodgers pidieron revisar la jugada y los umpires no cambiaron el veredicto, lo cual significa que no hubo evidencia suficiente para revertirla.
Al salir del terreno, Pollock le dijo par de cosas a De Jesús. Bradley le exigió a su ex compañero de equipo que abandonara el terreno.
Cuando Bradley ponchó a Will Smith para ponerle fin al juego, Bradley señaló a la cueva de los Dodgers y comenzó a gritarles. Los jugadores de Los Ángeles comenzaron a salir del dugout a la vez que los de Arizona salían a celebrar su victoria. Hubo empujones e intercambios de palabras, pero no hubo puños.
Justo cuanto parecía que la situación se iba a tranquilizar, el manager de los Dodgers tuve que ser restringido para impedir que se le fuera encima al abridor de los D-backs, Robbie Ray, quien había lanzado seis innings en la victoria.
Quedan dos juegos en la serie entre los D-backs y Dodgers en Los Ángeles este fin de semana. Los Dodgers visitan al Chase Field para una serie de cuatro juegos más adelante en el mes.